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Las llamadas constantes en el teléfono del menor se hacían presentes sobre la mesa de la biblioteca, los alumnos a lado de él se alejaban y fruncían el ceño.

Hoseok no dejaba de ver a su amigo con disgusto. — ¿No vas a contestar?— la voz de Hoseok alarmó al menor, quien llevó la mirada al mayor de los dos con una de sus cejas alzadas.

Hoseok levantó uno de sus dedos señalando el teléfono, las 4:00 pm eran y ya era tarde tenía una cena y/o comida con su familia, contesto el teléfono esperando un regaño de parte de su padre.

— ¿H-Hola? — alejó el teléfono de su oído por el grito inesperado que su padre dió al teléfono desde la otra línea.

—¿Dónde carajos estás?— la voz de su padre sonaba furiosa — tú te dije que llegarás en menos de dos horas— la voz gruesa de su padre hizo que todos los sentidos de Jimin se pusieran a su ritmo.

— Llegaré en media hora — la voz de Jimin sonó asustada y delgada.

— Ye quiero acá mismo, date prisa. — el sonido del teléfono siendo la llamada terminada comenzó a sonar, apartando el teléfono celular de su oído, y dejándolo en la mesa.

— ¿Sucedió algo? — sin desconcentrarse su amigo pregunto alzando una ceja, pero sin apartar la mirada de su cuaderno y sin apuntar lo susodicho para la tarea.

— Tengo que irme a casa, mi tía regresa de Tokio y quiere hacer una cena para ella mi padre — el pelirosa se encogió de hombros por lo dicho, evitando hablar del tema.

— Tranquilo, yo comprendo no es fácil tener un padre de profesor y que te deje este tipo de tareas, yo termino, tú ve a casa ¿De acuerdo pequeño? — desordeno los cabellos de su amigo menor y sonrió, aquella típica sonrisa deslumbrante de chico popular.

— Muchas gracias Hobie, te lo agradezco mucho — los ojos del menor formaron dos pares de líneas, por la sonrisa en sus labios.

— Date prisa— la cabeza del menor hizo una señal de asentimiento, el feliz de tener tan solo un amigo, si no también un compañero que también lo comprendía.

Se levantó de su lugar corriendo por la biblioteca, la señorita bibliotecaria le hizo una seña a Jimin de que detuviera.

— Lo siento señorita— aquella joven (por que era una estudiante) le dijo un "si" moviendo sus labios.

Las horas pasaron, los minutos igual, Jimin había llegado a la cena media hora antes de que su tía llegará, su tía llegó a los minutos después saludando a los presentes con un beso en su mejilla, y un abrazo a Jimin le apretó las mejillas y le dió varios besos en sus mejillas, en la cena el padre de Jimin le mando un mensaje.

[SMS Padre]

— Creare un pretexto y aprovechas para ir al centro comercial a comprar un gran pastel de moras azules para tu tía, el dinero estará en el frasco de "galletas" —

[Mensaje leído]

Jimin con una mueca envío la respuesta de aquel mensaje.

[SMS JIMIN]

— De acuerdo—

[Conversación terminada]

Después de enviar el mensaje ambos dejaron el teléfono, la madre de Jimin los miraba un poco confundida, de por qué ambos se comportaban así.

My last goodbye.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora