Escape (prologo)

306 27 6
                                    

El día de la coronación del príncipe Lloyd fue un día para recordarse. Un día lleno de tragedias.

El momento en que el reino se llenaría de alegría, termino con gritos de terror y angustia.

Justo en el momento en el que el rey Garmadon, declarara oficial y ante todo el reino Príncipe a su hijo, humo negro echando rayos surgió detrás de su trono rodeando le. Al intentar Lloyd acercarse, su madre lo detuvo bruscamente y le observo horrorizada.

La guardia real tomo acciones para detectar y detener su procedencia, pero derrotados por la misma nube de relámpagos mortales, no pudieron mas que contemplar.

El rey gritaba de dolor, su piel burbujeaba de un color negro, su columna se estiró y de su torso crujiendo salio otro par de brazos, sus ojos se pintaron de un color rojo intenso, de su boca salían jadeos y gruñidos hasta que exhausto cayó al piso.

Pronto la sala se lleno de pánico.

Detrás del trono salio una mujer, de cabello blanco y largo, con una sonrisa triunfante. Se paro frente al trono, levanto los brazos y demandó silencio.

--¡Observen!...¡A su nuevo gobernante y señor, Lord Garmadon!-- en ese instante, el antes rey Garmandon, se irguió dejando ver en lo que se había transformado.

Misako, que se encontraba espantada por la nueva apariencia de su esposo, volvió a la realidad, se armo de valor y comando una nueva tanda de guardias para ganar tiempo.

La madre tomo al hijo y corrió por su vida dirigiéndose al jardín trasero del palacio. Esto fue notado por la bruja, quien con un simple ademán mando a volar a todos los hombres que trataban de apresarla.

Garmadon, ahora lord, seguía estático delante del trono, estudiando todo con detenimiento. La bruja, entonces, con un chasquido atrajo su atención y le ordeno buscar a su majestad y al príncipe. Primero se encargaría de que no los detuvieran en el intento, aunque de todas maneras no tuvieran oportunidad contra ellos.

.

Detrás del palacio se llevaba una discusión. El príncipe alegaba sentirse inútil de no poder ayudar a su padre, su madre por otra parte se negaba rotundamente que su hijo se acercara.

--Hijo mio, escúchame ahora con atención,--rogaba la madre acariciando la cara de Lloyd--tienes que irte rápido, ¡muy lejos, al Este!, cuenta le a tu tío todo lo que a pasado, ¡y pide refuerzos!

--¡No!, ¡No te puedo dejar aquí!

--Lloyd, tienes que hacerlo, yo me quedare aquí para ganar tiempo--Misako beso su frente--¿lo entiendes?

Con pesar Lloyd asintió en respuesta y abrazo a su madre, quizá, por ultima vez. A lo lejos, se escuchaban pasos lentos y pesados, alertando así a Lloyd y a su madre.

Tras su repentina transformación Garmadon se sentía agotado. Una ventaja que Misako supo utilizar bien.

--¡Lloyd, corre!--Lloyd parecía vacilar en su decisión, cada vez Garmadon estaba mas cerca. Al final, aunque en contra de su voluntad, esta vez haría caso.

Así pues, el príncipe se alejo corriendo, obedeciendo el ultimo mandato de su madre.

HechizadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora