Morro tenía un mal presentimiento, pero en aquel momento los criados se limitaron a llamarles la atención y alejarlos del bebé.
Días después el chico, sentado descansando en el patio de práctica, recordó los extrañas señas que la princesa había hecho con las manos, seguía sin entender de dónde había aparecido ese humo.
Solo por simple curiosidad y sin pensarlo, el empezó a hacer algunas señas que pudo recordar. Estuvo un rato haciéndolas pero el pequeño no veía ningún humo salir de sus manos, aunque, empezaba a sentir una clase de fuerza acumulada en estas.
No lo entendía, no pasó mucho hasta que se cansó y algo molesto por no obtener resultados apretó sus puños y los estrelló en el piso, esto causó que una fuerte ráfaga de aire levantara tierra y algunas hojas.
El pequeño estaba paralizado y sorprendido, ¿el había hecho eso?
Golpeo de nuevo la tierra con sus puños, pero no pasó nada. Estaba confuso. ¿Eran por las señas que había estado haciendo o solo era una coincidencia que soplara el aire? ¿Esa fuerza que sintió en sus manos, causó el viento?
No tuvo tiempo de averiguarlo, el más joven de los príncipes venía por el ya que era hora de comer.
Más tarde, Morro estaba en su cuarto tratando de recrear lo que había pasado y, al igual que la primera vez fue interrumpido por el príncipe que venía a arroparlo, causando que el más chico perdería la concentración y que en el cuarto se sintiera una ligera brisa.
El príncipe no le dio mucha importancia a esto último, debió pensar que la ventana estaba abierta. Pero si se preguntaba que había estado haciendo Morro con sus manos.
El le contó lo que había pasado después de su práctica, el príncipe trató de razonar que pudo haber sido coincidencia del viento. Aún así, le pregunto de dónde había aprendido esas extrañas señas que había hecho.
Cuando el pequeño le iba a contar sobre la vez que vio a la princesa hacerlas la primera vez, por que ya la había sorprendido haciendo lo mismo algunas otras veces, justo ella apareció asomándose a la puerta, y con una mirada fría clavada en los ojos de Morro, de alguna manera le hizo llegar una visión horrorosa que lo asustó un poco. La princesa solo puso un dedo en su boca como indicando le que guardara silencio y después se retiró.
El príncipe quien nunca vio a la princesa, quedó extrañado por el repentino silencio del pequeño y al notar que miraba tan intensamente a la puerta, se levantó a revisar pero sin encontrar la razón de la atención de Morro.

ESTÁS LEYENDO
Hechizado
FantasiaEl principe Lloyd se a perdido, en el intento de escapar como el ultimo deseo de su madre. Por su mala fortuna termina extraviado y necesitara ayuda camino al reino del este. A jurado vengarse y derrotar a su ahora malvado padre, hechizado, por una...