Prólogo

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Y ahí estaba otra vez. Ese hombre llevaba mirándome descaradamente desde hace un rato y más que halagarme estaba empezando a incomodarme.

-Hola -dijo con una sonrisa luego de sentarse a mi lado.

-Hola -respondí de forma desinteresada.

-¿No me reconoces, cierto?

-No - el extendió su mano invitándome a bailar -Estoy bien aquí.

-¿No quieres saber quién soy?

No se si era esa aura de misterio o el simple hecho de que me encanta la canción que esta sonando lo que me hizo aceptar su invitación.

-Bueno dime ¿Dónde nos hemos visto antes?- le pregunté.

-La última vez, en mis sueños.

-Si vas a caerme a labia por lo menos se original chico.

El se rio, pude ver como se le formaba un pequeño hoyuelo en la mejilla izquierda. Ciertamente era atractivo. Seguimos bailando, lo miré a los ojos y luego a los labios, nuestros rostros se estaban acercando lentamente.

-¡Chris! -gritó Estefania muy emocionada -¡No puedo creer que seas tu!

-¿Chris? -dije algo confundida.

-Si, ¿No te acuerdas de él? Mi mejor amigo.

-¿¡El que te dejó botada la otra vez!?

Ella asintió. Sentí como mi rostro hizo un gesto de entre sorpresa y horror. Lo miré a él y me guiño el ojo de forma divertida. En mi mente solo había una frase "¡EL COÑISIMO DE SU MADRE!".

Te Odio, Amor MíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora