¿Qué pasa conmigo?

Conociendo personas, un nuevo mundo.

Al llegar a su salón se sentó en primera fila a esperar la llegada de los demás. Llegó la maestra, se llamaba Margarita; se presentó con el grupo y les dijo a todos que se presentarán: tenían que decir su nombre, por suerte de Hanna era la primera.

Toda nerviosa y tímida se levantó, dijo su nombre, se sentó y estuvo muy atenta a los demás nombres, le agrado mucho una niña llamada Ruth, sus ojos eran grandes color azul , pestañas largas, pelo color cafe, era muy bonita también otro niño que le gusto a Hanna se le hacía su príncipe azul perfecto, para la edad que tenía, el nombre del niño era Fidel sinceramente él era un poco alto para su edad. A Hanna lo que le gustó mucho de Fidel fueron sus ojos ya que eran grandes de color negro y pestañas largas.
Hanna estuvo muy contenta y atenta a todo lo que su maestra les decía, después de un rato ella se sentía un poco incómoda y triste (porque todavía no hablaba con nadie). Llegó la hora del receso y Hanna toda nerviosa se acerca hacía Ruth...

Hanna.- Hola Ruth.
Ruth.- ¡Hola! ¿Cuál es tu nombre?
Hanna.- Hanna, ¿Podemos jugar?
Ruth.- Si.
Ellas empezaron a jugar y a contar sus historias y sueños.
Ya terminando las clases, en la salida, afuera de la escuela estaba su madre esperándola con los brazos abiertos, Hanna se abalanzó hacia su mamá.
Cuando iban camino a su casa, Hanna le estaba contando a su madre todo lo que le había sucedido en la escuela, sobre lo que la maestra les platicaba y la nueva amiga que había hecho, su madre le prestaba mucha atención.
Hanna.- Mami... Tengo una pregunta pero... (En esos instantes Hanna sentía que no podía hablar).
Madre.- ¿Qué pasó?.
Hanna.- En mi salón hay un niño que se llama Fidel y él...
Madre.- ¿Te gusta?.
En ese instante Hanna había pensado que su mamá era bruja.
Hanna.- ¿Cómo lo supiste?
Madre.- Hanna cariño, soy tu mamá y te conozco a la perfección, y cuéntame ¿Cómo es él?
La mamá de Hanna sabía que por la edad ella solo iba a ser pasajero, aparte era muy pequeña para tener una relación amorosa, así que ella lo tomo como un juego de Hanna.
Hanna describió a Fidel como la persona más hermosa del mundo, su madre solo la escuchaba...
Llegaron a su casa, la mamá de Hanna ya tenía hecha una comida especial para ella.
Madre.- Hanna, cariño ve a tu cuarto a cambiarte, para que ya comas.
Hanna.- ¡Si!, Está bien mami.
Hanna se cambió, se sentó en la mesa y empezó a comer con su madre, terminaron de comer, al final la pequeña se fue a jugar con sus muñecas a su cuarto, mientras tanto su madre terminaba las labores de limpieza en la casa y hacia la comida.
Ya como a las seis de la tarde, Hanna se mete a bañar. Después de un rato llega el padre, todo cansado y Hanna sabía que el trabajo de su padre era muy cansado. En cuanto entro su padre ella lo recibió con una hermosa sonrisa y un fuerte abrazo, le ayudo con su portafolio y lo acompañó a la mesa donde ya estaba servida la comida. Hanna, mamá y papá ya estaban cenando como una feliz familia. A mitad de cena Hanna le contaba a su papá como le había ido en la escuela, lo único que no le contó fue lo del niño Fidel.
Hanna.- Fue un muy bonito día papá.
Madre - Si, sobre todo lo del niño que le gusta...
En ese instante la cara de Hanna parecía un jitomate y su padre la miraba detalladamente.
Padre.- ¿Es cierto eso hija?
Hanna.- Essst... Ssi...
Padre.- Cariño no te tienes que sentir mal.
La miro con una tierna sonrisa y Hanna sentía un gran alivio.
Ya eran las diez de la noche y la pequeña ya estaba lista para irse a la cama.
A la mañana siguiente, su madre la levantó temprano y la preparó. Hicieron la misma rutina que el día anterior.
Por fin habían llegado a la escuela.

~¿Amigos nuevos?~

Hanna ya estaba muy emocionada y lista para su segundo día de clases, cuando entro al salón vio que las bancas estaban acomodadas en parejas y pues ella se sentó en su lugar y el otro lugar quedó sólo, en lo que los demás llegaban ella se quedó pensando en Fidel y escucho que la saludaron al momento en que ella volteo vio que era Ruth la que le hablaba, Hanna le dirigió una hermosa sonrisa y Ruth se sentó al lado de ella.
Llegó la maestra y les entrego una hoja de máquina en blanco y les dió un lápiz para que empezarán a dibujar, era lo que más le gustaba a Hanna. Ella era muy atenta, respetuosa y responsable a todo lo que la maestra Margarita decía. Llegó la hora del recreo, Hanna y Ruth empezaron a jugar, en momento se quedaron muy calladas y Ruth le pregunto algo a Hanna.
Ruth.- Hanna... ¿Quieres ser mi mejor amiga?
Hanna.- ¡Siiiiii!.
Siguieron con sus clases, término la jornada de clases. Cuando la pequeña iba saliendo de la escuela vio a su madre esperándola. En el trayecto del camino le conto todo a su madre, sobre su nueva mejor amiga y lo mis hizo con su padre.
Durante todo un mes fue casi la misma jordana de la escuela y la casa. Hanna y Ruth si se habían vuelto las mejores amigas ya que siempre se la pasaban juntas, ya sea jugando, platicando o pelando.
Un día mientras Hanna y Ruth jugaban se acercó un niño, cuando Hanna volteó a ver quien era se quedó muy sorprendida y nerviosa era.... Fidel.
Fidel.- ¿Puedo jugar?
Hanna parecía que la habían encantado ya que no se movía y nada más se quedaba viendo a Fidel.
Ruth.- Claro, ¿Hanna estás bien?
Hanna.- Si, tengo que ir al baño.
Ruth.- Te acompaño, Fidel nos puedes esperar.
Fidel.- Si.
Cuándo iban caminó al baño Ruth le pregunto a Hanna porque se había quedado como una estatua y la pequeña Hanna le contó todo sobre Fidel, en ese momento Ruth se quedó un poco confundida y sorprendida.... Y a pesar de todo hicieron su primera promesa, que consistía en que ninguna le diría a Fidel lo que Hanna sentía por él. Al momento de regresar al patio, Fidel las estaba esperando y empezaron a jugar.
Dieron el timbre y entraron al salón, cuando estaban en el salón Fidel se dirigió hacia Hanna y Ruth y les pregunto:
Fidel.- Niñas ¿Quieren ser mis amigas?
Las dos le dijeron que si, y Fidel se fue muy feliz a su lugar.
Hanna sentía una inmensa alegría al saber que iba a ser amiga de su "príncipe azul".