INESPERADO {JianShan}

UN DÍA

Tengo la mala costumbre de ilusionarme demasiado pronto con la gente.

Hola, mucho gusto. ¿Planeas quedarte para siempre?

Odio estar solo.

3: COMPAÑÍA

La madre de Mo y yo cenamos solos, ella se ve preocupada, y la verdad yo también. Llamó a su móvil y yo también, pero nada.

¿Se supone que Mo hace esto seguido? Pobre mujer.

- No se preocupe, tía --le digo mientras me levanto de la mesa-- yo iré a ver donde está Guan Shan y lo traeré de las orejas.

- ¡Oh! No, no. No te preocupes, es tarde y este barrio es peligroso. Hasta me da pena que te vayas a casa, si quieres puedes quedarte.

Se está esforzando por ser amable conmigo pero se nota que está al borde de un colapso.

Le pido su número para alguna emergencia y le agradezco como es debido la deliciosa comida (definitivamente esto de cocinar delicioso es de familia).

Voy a buscar al pelirrojo. Algo debió de haberle pasado y espero que nada malo.

Camino por las calles vacías y oscuras, no es tan tarde pero en esta zona no hay muchos locales que ayuden a la iluminación.

Cuando paso frente al súper lo veo afuera, tiene una botella de agua en la mano. Corro hacia él.

- Mo, joder, mira la hora que... ¿qué te pasó?

Me doy cuenta de que está sucio y tiene gotitas de sangre en la cara y la nariz.

- Me fuí de fiesta ¿qué se supone que hacías hablando con mi madre?

- Peleaste.

- Qué astuto.

Tiene una actitud estúpida, me dan ganas de ir a casa, pero...

- Si llegas así tu madre se enojará, vamos a mi casa a que te cambies.

Mira su botella y luego me mira.
Sabe que tengo razón.

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- ¿Por qué se supone que deba darte explicaciones?

Le paso una polera café y un pantalón gris.

- Porque somos amigos y me preocupé, jodido pelirrojo.

Se ve bien, parece que sólo le sangró la nariz, aunque tiene los nudillos rojos y raspados.

- Joder, gracias por ayudarme pero no te pases de listo. Me peleé, punto.

- ¿Con tu amigo el vándalo?

Le paso una toalla, se queda mirándola.

- ¿Y esto?

- Se llama toalla, sirve para secarse.

- No seas idiota...

- Estás todo sucio, Mo. Date un baño primero.

Me mira de reojo.

- Seguro.

- Si, si. No seas tímido.

- ¿Por qué eres así conmigo?

- ¿Así cómo?

- No sé, tan innecesariamente gentil.

- Porque estoy enamorado de tí en secreto.

Lo digo en broma pero el suelta una carcajada que hace que me duela el pecho.