INESPERADO {JianShan}

UN DÍA

He hablado con Xixi varias veces pero se nota que me tiene mucha lástima y por eso no me habla de su genial vida universitaria. Tampoco pienso forzarlo a hablar... no puedo evitar pensar que me estoy perdiendo de mucho, estancado en el colegio.

He Tian ha hablado poco en el grupo, para enviar algunas fotos que encuentra en las calles que visita (me pregunto si Mo y él siguen hablando tanto como antes).

Y Mo y yo... pues básicamente lo forcé a venir un día y cocinarme.

Suena a que soy un vil tirano, pero prometo que no es así. Aunque él se haga al que odia todo, se nota que no detesta esto, incluso lo dijo.

- Pelirrojo~ no me gustan las cebollas así de grandes.

- Pues te aguantas, este platillo se prepara así.

- Oh~ que malo. Se nota que odias venir, yo que tenía la esperanza de que te hicieras mi amigo y me cocinaras gratis.

Hago un puchero en broma pero él me mira como si no se hubiera dado cuenta de que estoy jugando.

- Yo... amo cocinar, no lo odio, te odio a tí.

Ahora soy yo quien le mira todo serio, osea que... ¿me odia?

En medio de mis pensamientos me golpea con el cucharón grande, lo miro.

- No seas imbécil, rubio, si te odiara no habría oro en el mundo que me obligara a venir aquí.

Ah, cierto. Me dijo también que mientras yo lo llame "pelirrojo" él me llamará "rubio". Parece un trato justo.

No he pensado mucho en Xixi, voy a esperarlo hasta el fin del mundo, pero duele extrañarlo.

Todos son productivos menos yo.

He Tian en Inglaterra.

Xixi de intercambio.

Mo trabajando.

Quiero volver a tener una ilusión. Quiero hacer algo que me llene de vida, claro que sin abandonar las clases..

¿Qué podría hacer para no sentirme tan... abandonado?

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- PE LI RRO JO~

Me lanzo sobre él, se dobla pero no cae. Creo que uno de estos días va a golpearme.

- Joder, eres un puto dolor de culo ¿qué quieres? ¿No deberías estar durmiendo?

- Apenas son las diez de la noche, vamos a jugar~

- ¡Estoy putamente cansado!

Le quito el móvil de las manos y echo a correr.

Me persigue enojado, llegamos a las canchas de básquetbol jadeando, me quita su móvil.

- No te enojes, sabes que estoy jugando.

- He agarrado a golpes a muchos por mucho menos que eso. ¿Nunca vas a dejar de ser un niño Caprichoso?

- No~

- ¡Ah! Primero He Tian y ahora tú. Malditos niños ricos.

En fin... no es como si el pelirrojo tuviera mucha fuerza de voluntad así que buscamos una pelota e iniciamos el juego.

Ahora que lo pienso bien ¿cuántas veces hemos tenido la oportunidad de jugar solos? Creo que nunca. Siempre hubo alguien más.

Por alguna razón me siento cómodo con él.