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Cuando era niño, mis padres no querían que tuviera alguna mascota.

Siempre que les decía, su respuesta era NO.

Vi como mi padre le era infiel a mi madre cuando tenia cinco años, al parecer ella ya sabia de esa infidelidad pero seguía en la casa... por nosotros.

El amante de mi padre era rubio y mas joven que el. Pero en sus ojos reflejaban que si lo amaba.

Era un crió cuando descubrí aquello.

Se lo dije a mi madre y tuvieron una discusión por eso.

Por mi culpa.

Mi padre era el mejor abogado y muy reconocido de toda la ciudad, su imagen no podia ser derrochada por sus hijos o esposa.

Semanas luego de que le dijera a mi madre que mi padre le era infiel, ella cambio.

Su actitud cariñosa se esfumo y su sonrisa era muy fingida.

Una noche la vi, hablaba por teléfono y lloraba.

"Mamá ya no aguanto mas esto, él es como él..."

No entendía a que se refería.

"Shouto es como Enji, ya no puedo aguantar mas mamá..."

Yo no era igual que él...yo lo odiaba...

"Mamá..."

Ella se volteo y me miro, sus ojos daban miedo, reflejaban perdicios y tristeza.

La tetera plateada sonaba diciendo que ya estaba hervida el agua.

Ella se volteo y miro la tetera, la agarro temblorosa en sus manos, se acerco hacia mi...

"Shouto"

Sonrió...

Solo se escucharon mis gritos de dolor al sentir el agua tocar mi blanca piel.



¿Aun no despiertas...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora