Sprikerland (Historia En Pausa)

☆2☆

-Shoora, despierta-dijo la dulce voz de una niña mientras unas pequeñas manos me mueven para despertarme.

Entre abro mis ojos para poder ver quien se encuentra frente a mí, entonces logró apreciar dos pequeñas siluetas.
《deben de ser esos dos pequeños que se encontraban en la habitación cuando desperté el día de ayer》
Comienzo a tallar mi rostro y miró con claridad a esos dos pequeños que están a mi lado, son dos pequeños de risos pelirrojos, ojos azules y cara pecosa, la niña viste un vestido color azul rey abrochado del cuello con mangas largas y con una falda al largo de sus rodillas, usa unos calcetines cortos y zapatos color negro, su cabello rizado es sujetado por dos coletas a la altura de las orejas dejando en su frente un flequillo. El niño viste unos shorts del mismo color azul rey que la niña a su lado, en la parte superior lleva una camiseta blanca de botones, usa calcetines y zapatos negros, su cabello llega hasta las orejas dejando a la vista sus rizos color zanahoria.

-Mi nombre es Lina- dice con una dulce sonrisa - y él es mi hermano Leo- señalo al pequeño que sostiene en una mano un plato con un aparentemente un trozo de pan y con la otra un vaso transparente con agua.

-Toma, es para ti- dijo al mismo tiempo que coloco ambas cosas en la silla que se encuentra a un lado de la cama-yo ayude a conseguir el pan, Lina fue la que sirvió el agua- me regaló una sonrisa.
-Gracias Leo, gracias Lina- les sonreí amablemente.
-¿Shoora?- pregunta Dante desde la puerta con algo en las manos viendo como los pequeños me ofrecen comida- Leo, Lina deberían salir por un momento a jugar afuera, recuerden no irse más allá de lo que hemos acordado, y si ven algo extraño, hagan la señal que hemos acordado-

-¿Por qué debemos salir?, yo quiero seguir conociendo a esta humana.-pregunta Leo cerrando los puños a punto de hacer una rabieta.

-Debo hablar con Shoora, es algo importante- responde a el pequeño que se ve molesto.
-Está bien Dante- asiente la pequeña niña de ojos azules caminando hacia la puerta tomando a su hermano de la mano y saliendo de la habitación.

Al quedarme sola con Dante comienzo a comer aquel desayuno que me han traído esos dos pequeños pelirrojos pecosos, al terminar dejo el plato en el suelo y bebo el agua. Dante se aproxima a mi y en la cama coloca un vestido color hueso de mangas cortas, unos calcetines cortos color blanco y unos zapatos negros parecidos a los de la pequeña Lina

-¿De dónde lo has sacado?-pregunto levantándome de la cama.
-Lo tome prestado de mi amiga Noni, no puedo dejar que vistas harapos- sonríe colocando una mano en su nuca mientras habla.

El sale de la habitación para que pueda vestirme, me saco la ropa rota y manchada y continuó probándome aquel vestido, pareciera arte de magia que este me quede a la perfección, ya en mi cuerpo me doy cuenta del pequeño escote que tiene, sin embargo le da un buen toque, me pongo los zapatos, después acomodo mi cabello en un chongo detrás de mi cabeza y abro la puerta para permitirle el paso a Dante, una vez el dentro ambos nos sentamos en la cama.

-¿De qué es lo que quieres hablar Dante?- pregunto.
-Te contare la historia de este mundo y el por qué no debes quedarte aquí-suspira-si es que tienes alguna duda que no tenga que ver con eso hasta en este momento-

-¿Por qué estabas en la tierra?-lanzó lo primero que se me viene a la mente.
-Estaba buscando a alguien- contesta inmediatamente
-¿Cómo es posible un portal entre la dimensión de Spri...Spri...- tartamudeo.
-¿Un portal entre Sprikerland y la tierra?-interrumpe.
-Sí, eso quiero decir, ¿cómo es que nunca eh visto esos portales?- lo miro en espera de una respuesta.
-Bueno, debido a que esa es tu segunda pregunta comenzaré a hablarte de Sprikerland, ¿estás de acuerdo?- se agacha y saca debajo de la cama un bote de pintura color rojo carmesí.
-¿Para qué es eso?- digo confundida.
-Para que sea más fácil el que lo entiendas lo representare en dibujos- mete sus dedos manchándolos de la pintura.
-Pero en donde dibujaras si no hay ningún lu...- y antes de terminar de hablar comenzó a dibujar en la pared.