Si el día de mi cumpleaños iba a ser una muestra de lo que me esperaba en la adolecencia, estaba claro que iban a ser años muy duros.
Mi padre iba por la casa deprimido porque yo estaba creciendo, y Jade seguía adelante con los preparativos de mi fiesta a la que, evidentemente, solo iban a asistir sus amigos, gente grande a la que yo ni conocía. ¡Y además me trajo un vestido horroroso para que me lo pusiera! Llegué a tal punto de estrés que al final tuve que decirle a papá lo que opinaba de la fiesta, del vestido y, de paso, de su novia, cosa que él no se tomó nada bien.
- ¿Como puedes tratar así a Jade, después de todo lo que ha trabajado?
De pronto sentí como si las fuerzas me fallaran y terminé confesando:
- Extraño a mamá. Ya casi no me acuerdo de ella, y eso me duele. Me gustaría que estuviera conmigo en mi cumpleaños, pero eso es imposible. Por eso no quiero celebrarlo.
Mi padre dio un gran suspiro y me di cuenta de que él también estaba triste.
-¿Sabes una cosa, Violetta? - comenzó a decir con una voz extrañamente dulce -. A tu madre le encantaban las fiestas. De echo nos conocimos en ka fiesta de su cumpleaños. Ella cumplía 17...
- ¿En serio? - exclame -. ¿Como fue?
Mi padre sonreía al recordar.
- cuando la vi fue como si el mundo se detuviera. Cruce le salón como flotando, sin dejar de mirarla a los ojos... No volvimos a separarnos después de aquel día.
Papá parecía tan emocionado por aquel recuerdo que salte de mi silla y lo abracé, olvidándome de todo lo demás.
- es la primera vez que me hablas hací de mamá - murmuré junto a su oído -. Es el regalo de cumpleaños mas bonito que podías darme.
Papa me acaricio la cara y me beso en la frente con ternura.
- Bueno, si te hace sentir tan mal, le avisare a Jade para que suspenda la fiesta.
Sacudí la cabeza sin dejar de sonreír. En momentos como aquellos era cuando recordaba porque quería tanto a mi padre.
- No, papá. Deja que tengamos esa fiesta .
- Lo mire con una gran sonrisa -. ¿Bailaras conmigo?
Y el volvió a abrazarme susurrando:
- Toda la noche, hija mía. Toda la noche...
♪ ♪ ♪ ♪ ♪
Pero aun faltaban horas para la fiesta y yo tenia que llenarlas tomando clases con mi nueva institutriz, Angie. Claro que estudiar con ella no se parecía en nada a hacerlo con Miss Densa. Con Angie todo era divertido, ¡hasta la geografía!
A media mañana hicimos un descanso y fui a la cocina a picar algo. A esta altura ya habrá quedado claro que soy bastante torpe, así que a nadie le extrañara saber que al abrir la heladera se me callo todo el queso untable al suelo. Justo cuando estaba limpiando llamaron a la puerta trasera y, al volverme a mirar... ¡allí estaba Tomas! ¿Como era posible? ¿Estaría soñando despierta? Lo triste es que no seria la primera vez, llevaba todo el día embobada...
- Tú... - dijo entonces la aparición acercándose a mi... con una caja de pizza en la mano.
Algo tan poco romántico no podía ser un sueño.
- ¿Que haces aquí? - pregunte como pude.
- Pues lo mismo que tú, trabajar.
Quede un poco desconcentrada por su respuesta, pero entonces recordé que me había puesto un delantal y guantes para recoger el queso.
- No, no... - dije quitándomelos a toda prisa -. Si lo dices por esto, no es trabajo...
Él sacudió la cabeza, sonriendo, y yo me olvidé hasta de respirar cuando me miro a los ojos y preguntó:
- ¿Tampoco ahora piensas decirme tu nombre?
- Me llamo...
- ¡Olga! - gritó mi padre entrando en la cocina justo en aquel momento.
- Así que tu nombre es Olga - susurro Tomás.
No me dio tiempo a sacarlo de su error. Mi padre, apenas vio a Tomás, se puso en modo policía malo.
- ¿Y tu quien eres? - casi ladro.
- El repartidor del resto bar. Traigo un encargo para un tal Ramallo. - Tomás debió ver la cara de susto que había puesto yo al ver a mi padre, porque añadió a toda prisa -: no la regañe, por favor. No esta trabajando porque la distraje y...
Mi padre no dijo nada mas, simplemente saco algo de dinero y se lo entregó a Tomás, que entendió la indirecta y salio volando. Mi padre puede llegar a dar miedo.
- ¿Que hacías con ese chico? - soltó en cuanto Tomás desapareció.
- Solo hablamos, papá. ¿Puedo o también tengo que ser muda?
Definitivamente, ahora que había vuelto a ver a Tomas no iba a dejar que nadie ni nada me deprimiera. ¡Ni siquiera la perspectiva de ir a una fiesta vestida con el espantoso vestido que Jade había elegido!
- Gracias por el vestido, papá - le dije mientras bailabamos -. Es precioso...
- Yo no te lo di - contesto el con el ceño fruncido -. De echo iba a preguntarte de donde lo habías sacado.
Me detuve en seco.
- Estaba encima de mi cama. Es el de mama, ¿verdad? Pensé que me lo habias dejado tú para que la recordará...
- ¡Claro que no! - negó papá -. Yo jamas haría algo así. Eso es precisamente lo que quiero evitar.
- ¿Qué? ¿Que yo sea feliz? - exclamé.
- ¡No, que vivas aferrada al pasado!
Me separé de él como si su contacto me quemara.
- ¡No es el pasado, papá! - grité, dolida -. ¡Es mi madre!
Se hizo silencio a nuestro alrededor, hasta la musica se detuvo. Se me escapó un sollozo y corrí escaleras arriba para ocultarme en mi dormitorio.
¿Por quépapá tenía que arruinarlo siempre todo? ¿Porque tantos secretos? ¿Por que?
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Hola bueno la imagen que aparece al principio es de Violetta en su cumpleaños.
Por favor no se olviden de votar y comentar así sigo subiendo capítulos.
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violetta-En mi mindo (libro 1)
RomanceMe llamó Violetta Castillo y tengo casi dieciséis años. Debido al trabajo de mi padre, no paré de viajar de un lado a otro, por lo que nunca pude quedarme en un mismo lugar lo suficiente para hacer amigos o llevar una vida normal. ¡Pero todo esto va...