12 de junio de 2018
No sé en que momento exacto fue en el que cambié, en el que dejé de ser la niña llorona. De un día para el otro, comprendí que mis sentimientos eran míos, y en mí debían quedarse. Me guardo todo para mí. Y saben... No es difícil. La imagen de fría e insensible no es complicada de llevar. Supongo que mi humor negro y extrema sinceridad ayudan bastante. Aparte nunca supe qué decir cuando otro está mal y, bueno, no soy la persona más cariñosa por naturaleza.
Pero vamos, ¿Quién realmente nunca tuvo sentimientos? Yo sé que aparte de lo que muestro, si los hay. Son confusos, algo distantes, no puedo describirlos, dudo de hasta que punto son profundos, no todos los que tengo son buenos y algunos hasta me dan miedo. Pero ahí están y son reales.
Así que SI, soy como otra cualquier persona que puede romperse y necesitar sanar y reconstruirse. Soy como todos y necesito un puto abrazo, unos intentos de palabras alentadoras, alguien que aunque no me entienda (porque yo tampoco lo hago) haga el intento de estar ahí y escucharme.
¿Tan buena mintiendo soy que todos se tragaron el cuento de ser la chica sin corazón? ¿Será porque de tanto actuarlo en eso me convertí? ¿Por eso todos toman mis silencios como algo normal y no como autodestrucción mental? ¿Por eso nadie pregunta si estoy mal, si lloro... Porque fui la primera en demostrar que puedo todo hacerlo sola... Y se lo tragaron? ¿Por eso miran a un costado cuando lloro frente a ustedes?
Saben, gracias por creerse esa imagen de mí, porque ahora yo si la voy a creer de mí.
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Escritos Random
Non-FictionPara ir practicando la escritura voy a subir cosas que escribí hace mucho... Y cosas quizás nuevas.