2017 aproximadamente
Había una vez, un lugar muy, muy lejano, un mundo lleno de espejos. Las ciudades tenían veredas con formas de pasillos, con paredes espejadas del piso al techo. La gente caminaba por las calles y saludaba a sus vecinos y familiares divirtiéndose al verse unos a los otros en varios reflejos al mismo tiempo; sin saber cuál de todos era el verdadero.
Un día, al despertarse todos los habitantes, descubren que todos los espejos estaban rotos. Al parecer, mientras todos dormían, una gran tormenta nocturna arrazo con todos los espejos, y sus respectivos reflejos.
El pueblo tenía miedo de salir de sus casas, de ver el nuevo mundo que estaba a punto de comenzar.
Poco a poco, un pequeño grupo de valientes salió de sus casa con escobas, palas y guantes para no lastimarse al recojer los pedazos de vidrios rotos. Algunos trozos de espejos eran muy grandes para que pueda levantarlos una sola persona. Así, empezaron a ayudarse unos a los otros, y los más importante, empezaron a hablarse. No sé llamaron más a través del reflejo, sino mirándose a la cara, a los ojos.
Comenzaron a darse que compartían muchas más cosas de las que imaginaban, como por ejemplo sus comidas favoritas y las mismas manías de comer algo dulce antes de irse a la daba. A veces se daban cuenta que compartían los mismos hobbies o pasatiempos y ya no pasaban las tardes y fines de semana solos, sino que se juntaban a jugar con la pelota, ver películas o hacer pyjamadas. Otras veces, incluso se contaban sus miedos, como el de la oscuridad. Para ayudarse, se regalaban veladores unos a los otros en señal de apoyo para compartir a los monstruos que atormentaban al otro en la distancia.
Al final, ese mundo sin espejos al que le tenían tanto miedo resultó ser mucho mejor de lo que esperaban porque la verdadera felicidad estaba mirándose a los ojos y no a través de un espejo y su reflejo.
23 de abril de 2020
Recuerdo que esto lo escribí para una reunión en la que tenía que explicarle a chicos de primaria alguna lección, creo que era sobre dejar la opinión de otros, los estereotipos e interesarse por conocer al otro. ¿Cuántos hemos tenido compañeros de colegio de los cuales nunca supimos nada de su vida cuando los veíamos todos los días? Sobre eso se trataba... Un par de cosas las cambie porque no me gustaban, aún no me convence, pero si lo leo con entonación como la típica história para nenes cobra más sentido.Aunque dolió un poco leer el final en esta situación de aislamiento, lo siento, pero ahora solo puedo ver a muchas personas que queiro por el reflejo del celular jajaj
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Escritos Random
Non-FictionPara ir practicando la escritura voy a subir cosas que escribí hace mucho... Y cosas quizás nuevas.