Hospitalizado.

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Desperté, pero no abrí los ojos. Lo primero que oí fue un "Pip-pip-pip-pip-pip" contínuo y molesto que reconocí como el sonido de una de las máquinas esas que medían las pulsiones del corazón. Me di cuenta que tenía alguien a mi lado. Y supe que ese alguien era Triana cuando me empezó a hablar.

-Sé que estás dormido y no me escuchas- estuve a punto de sonreír, pero me contuve porque quise saber lo que me iba a decir.- pero quiero decirte que todo es muy aburrido sin ti. Te echamos mucho de menos... yo te echo mucho de menos. Despierta por favor- la camilla crujió con su peso, se inclinó sobre mi y posó sus labios sobre mi mejilla.- Tengo ganas de verte. Llevas dos días durmiendo... has descansado mucho ya...- me cogió la mano y la apretó. Yo dejé la mía como inerte, pero aún asi pude sentir su suavidad. Se levantó y soltó mi mano, y oí la puerta al dejarla salir. Entonces entró otra persona y me habló. Posiblemente era un doctor. Abrí los ojos y la luz me deslumbró. Parpadeé seguidamente, y al instante me arrepentí, pues sentí como si la cabeza me fuese a estallar. Me di cuenta que en el brazo tenía inyectado un tubo que me traspasaba diferentes líquidos.

-¿Has despertado?- me preguntó.

No imbécil, soy sonámbulo; le quise responder. A mi defensa, la cabeza me dolía a horrores. Pero en vez de decirle eso asentí, soltando, acto seguido, un gemido de dolor.

-Bien. Responde.- le dijo a alguien.- Tómate ésto.- me ordenó, y me dio un vaso con un líquido.  Sabía a horrores, pero me lo tragué, y caí en un sueño profundo.

Me desperté tiempo después. Ya no me dolía tanto la cabeza, y tenía el brazo libre. También pude hablar con quién me atendía.

-¿Qué me ha pasado? ¿Dónde estoy?- mi voz sonaba muy ronca por llevar bastante tiempo sin utilizarla.

-Estás en un hospital. Te tuvimos que trasladar desde tu pueblo porque alli no hay. Llevas dos días aquí. Llegaste lleno de heridas y hematomas, y con una fuerte contusión en el cráneo.- la cabeza me empezó a dar vueltas de tanta palabrería, y creo que se dio cuenta, porque se calló.- Debes comer.- me dijo, y me pusieron delante una bandeja con un plato de puré de un color, no poco apetecible, sino lo siguiente, y un vaso de agua. Cucharada a cucharada me lo fui comiendo con muecas de asco. Rico no estaba.

Después de que me retirasen la bandeja, volvió el doctor, que me dijo que tenía visita. Le ppregunté si podía pasar, y él dejó entrar a Triana, a la vez que salía. Mi cara se iluminó al verla.

-¿Cómo que estás aquí? ¿No me trajo Kantawi?

-Sí, pero como llevas bastante tiempo aquí y tus padres no están, nos hemos turnado para estar contigo.- dijo.- ¿Qué tal estás?

-Molido. Pero mucho mejor que el otro día. ¿Y tú?

-Con sueño- contestó, sonriendo.- Llevo casi un día aquí, porque Omar no pudo venir y me quedé a hacer su turno.

-Es que eres muy bruta. ¿Por qué no te fuiste a casa?

-No quise. Preferí quedarme aquí. Me alegro mucho de que te hayas despertado.

En ese momento, recordé lo que me había dicho, y sonreí. Para sacarme eso de la cabeza le pregunté:

-¿Y qué se cuenta por el pueblo? ¿Algo interesante?

-Sí que se cuentan cosas. Tu rapto y varios asesinatos que ha habido después de irte. Todos han muerto de la misma manera que Sayi.

-¿A muerto más gente? -me sorprendí mucho, pensé que pararían -¿Quiénes?

-Han muerto en total cuatro personas, contando a Sayi y a Eshu. Eran de la mala parte del pueblo, no los conocíamos.

Justo en ese momento llegó el médico a decirle a Triana que tenía que salirse para que yo pudiese descansar.

Tragué saliva y miré al frente. El asesino había cobrando cuatro vidas por el valor único de mi lágrima. Obvio que yo estaba más que feliz por la muerte de Eshu... pero el resto no me había hecho nada.

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Voten, señores, VOTEN.

Éste capítulo es para KiriatJearim, por los ratos de charla que tenemos. Pa' ti guapa, espero que lo disfrutes :) Y el resto también, eeh??

Lágrimas de PlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora