Un alma rota

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Y en un momento de soledad, mire a mi alrededor.

Estaba solo, ni siquiera me tenía a mi mismo.

Podría tener cientos de amigos en internet, pero la triste realidad es que en el mundo real, no tenía nada.

Observando esto, sentí un dolor, no era nada físico, sentía angustia, sentía como mi alma se rompía.

¿Qué diferencia hay entre perder tu alma al morir o vivir con un alma rota?

Ninguna, porque las dos opciones conducen a lo mismo, un silencio, un silencio muerto.

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