Capítulo 2: La clase

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Uno de los mayores placeres de la vida es dormir plácidamente en tu bella habitación, en tu día libre y con muchas mantas que te cobijen hasta que el sonido de tu celular te despierta...

Tome el celular y mire la hora... 8:30 A.M

-¡¿Quien diablos es la persona con tanta maldad de escribir mensajes a esta hora?!

*Número desconocido*: Hola Renzo, soy Cielo. Te escribía para que te quedara mi número, besos.

"¡¿Alguien me puede explicar como diablos esta mujer consiguió mi número de teléfono?!" pensé.
Era increíble pero ella había conseguido mi número y no se me psaba por la cabeza la manera en la que lo hizo hasta que volvió a sonar el celular...

*Número desconocido*: Por cierto, si te preguntas como conseguí tu número, tu madre me lo dio ya que le comenté que estaba buscando piezas para mi computadora.

"¡Ay Dios, mi madre siempre metiendome en problemas!" pensé aunque por más que pensará que era un problema, un poco me alegraba por que la chica me parecía bastante linda "¿¡Pero en que diablos estoy pensando!? ¡A mi no me gustan estas cosas, odio el amor!"

Tire mi celular arriba de la cama y luego seguí durmiendo.
Al cabo de unas horas el celular volvió a sonar pero esta vez era una llamada...

*Llamada entrante*: "Madre"

-¡¿Acaso aún estas durmiendo?!

-Si mamá, ¿qué queres?

-¡¿COMO QUE QUE QUIERO?! ¡HOY SE SUPONE QUE TENÍAS QUE VENIR A LA CLASE PARA AYUDARME!

-¡Diablos, la clase! - dije entre dientes - Esta bien mamá, dame 15 minutos a que me vista y voy para ahí.

Luego colgué la llamada y me fui a toda velocidad a bañarme, vestirme y partir rumbo al edificio donde trabaja mamá.
Al llegar subí lo más rápido que pude y entre a clases.

-Y esto es lo que les pasará si se quedan hasta tarde en frente de la computadora... - Dijo mi madre mientras se acercaba a saludarme

-Disculpa mamá, ayer fue un día bastante agotador y no, no me quedé hasta tarde en la computadora...

-¿Y entonces por que te quedaste dormido? Sabías que hoy era importante que vinieras a tiempo...

-Si, lo siento, pero al menos estoy aq...

En eso alguien me toca la espalda así que me volteo a ver quien era y...

-¡Hola Renzo!

-¡Oh, eres tú! Hola Cielo

-Veo que ya hablaste con mi hijo sobre las piezas que necesitabas...

Cielo quiso contestarle a mi madre pero por las dudas de que metiera la pata me adelanté y contesté yo.

-Si mamá, me escribió en la mañana y ya estuvimos hablando para poder conseguir las piezas - me acerque a Cielo - ¿me enseñas que tengo que hacer?

-¡Claro, con gusto!

Dejé a mi madre sola antes de que dijera algo y nos fuimos con Cielo hacia donde estaba el grupo de los niños pequeños.
Comenzamos la clase, era bastante divertido ser profesor de baile además, comencé a divertirme bastante al lado de Cielo.
Sólo había estado en 2 ocasiones a su lado y ya me sentía muy a gusto...
¿Qué me estaba pasando? ¿Acaso me estaba gustando Cielo? "No no no, eso no puede ser" pensé.
Seguimos con la clase hasta que se hizo la hora de terminar.
Los padres de los niños comenzaron a retirar uno a uno a sus hijos hasta que en un momento apareció un muchacho.

-¡Julián!

Cielo fue corriendo a donde estaba ese muchacho, se le tiró encima para luego besarle y abrazarlo.
Luego ambos se acercaron a donde estábamos mi madre y yo para que Cielo lo presentara.

-Julián, ella es Emilia, mi jefa y el es Renzo, el hijo de Emi

-Un gusto muchacho, Cielo me habla muy bien de ti -Dijo mi madre

-Un gusto -Dije mientras lo miraba con un poco de celos

-Bueno, nosotros ya nos vamos si no te parece mal Emi.

-No no, está bien, ya terminaste tu horario de trabajo, ve tranquila.

Ambos nos saludaron y luego se fueron.
Mamá y yo nos pusimos a acomodar todo y luego nos fuimos para su casa.
Nos subimos a mi auto y comenzamos el camino, la casa de mamá queda bastante lejos así que puse música para acortar el camino.
En determinado momento mamá apaga la música y me pregunta:

-¿Te gusta Cielo no?

Todos y cada uno de mis nervios corporales se tensaron y una sensación de nervios se hizo muy aguda en mi pecho, pero aún así disimule lo más que pude, ya tenía más que asumido que Cielo me gustaba, ya no podía evitarlo pero no quería que nadie lo supiera.

-No mamá, apenas la conocí ayer.

-¿Como que ayer? Pensaba que se habían conocido hoy en la mañana...

-En realidad no, la conocí ayer en el café ese que está ahí cerca de la empresa, la ayude a recuperar la cartera que le habían robado.

-Aaahhh, que interesante, tengo un hijo super héroe ¡JAJAJA!

Ambos nos reímos un poco para luego darle play nuevamente a la música y seguir el camino.
Al llegar a casa de mamá, comimos en familia y luego me fui a acostar a mi vieja habitación.
Cada vez que iba a cenar a casa de mamá, era ley quedarme a dormir ahí y está no fue la excepción.

# AL OTRO DÍA #

*Llamada entrante*: "Fran"

-Hola amigo -Dije con voz de dormido

-¿Como que "Hola"? ¿Sabes que día es hoy?

-Si, hoy es día de salir a correr, pero aún es temprano...

-Lo se, pero es que hoy preparé algo...

En eso se abre la puerta de el cuarto y Fran aparece con el teléfono en la mano ya vestido para salir a correr.

-Preferí pasar a visitar a tu familia y charlar un rato antes de salir a correr

-¡Que bien! - le dije en tono sarcástico - Me interrumpiste el sueño para esto... -Le dije con cara de matarlo

- Dale dale, levantate y no des tantas vueltas...

Este me tiró la ropa de correr en la cara y luego cerró la puerta.

Un millón como túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora