*Narra Katrina*
Después de desayunar seguí colocando mis cosas.
Más tarde tocaron mi puerta.── ¿sí?
── soy María.
── adelante.
Entró, se acercó y me extendió dinero.
── es suficiente para el taxi y por si necesitas algo más.
── gracias María.
── no es nada -cogió la bandeja-. Te llamaré cuando la comida esté lista.
── de acuerdo.
Cuando salió cogí las gotas para los ojos, cuando fuerzo la vista me duelen. Después de echarlas esperé un rato y luego me puse las gafas.
*Narra Mike*
── ¿puedes ayudar un poco? -suspiré y me paré a poner la mesa, cuando terminé iba a sentarme pero sus palabras me lo impidieron-. sube a decirle que está lista la comida.
── ¿por qué yo?
── porque te estoy mandando.
── pero mamá -Jorge me interrumpió-.
── hazle caso a tu madre, y por favor, trata de llevarte bien con Katrina -rodé los ojos y fuí hacia las escaleras.
Ni en mis sueños me llevaré bien con esa pringada. Cuando abrí su puerta me miró.
── ¿nunca te enseñaron a tocar? -habló enojada-.
── cuidado con la forma en la que me hablas niñata.
── ¿qué quieres?
── dice mamá que bajes a comer.
Me alejé de la puerta y caminé hacia las escaleras. La escuché venir detrás, pero no le presté atención.
Nos sentamos en la mesa, ella estaba sentada en frente de mí, su padre en un extremo y madre en el otro.── ¿qué harás hoy hija? -le preguntó Jorge-.
── no soy tu hija -dijo enojada-.
── Pero Katrina -ella lo interrumpió-.
── si en todos estos años no te preocupaste por mí, no lo hagas ahora -se paró y corrió hacia las escaleras-.
── vaya teatro -susurré-.
── ¿por qué la llamas así si sabes que no le gusta? -le preguntó mamá.-
── me sale solo.
── pues debía haberte salido hace mucho tiempo llamarla así y preocuparte por ella -habló enojada-.
── María -lo interrumpió-.
── mejor iré a ver cómo está -se paró y subió las escaleras.-
Lo que me faltaba, su primer día aquí y ya lo revoluciona todo. Tan tonta y llorona.
*Narra Katrina*
Tocaron la puerta y luego la abrieron.
── ¿puedo pasar?
── sí -me quité las gafas. Entró y cerró la puerta.-
── lo siento -dijo cuando se sentó a mi lado.-
── yo también lo siento, he arruinado la comida.
── no te preocupes -limpió mis mejillas.- descansa un poco, ¿vale? todo este cambio te está costando.
── está bien.
── bajaré.
Cuando salió me tumbé en la cama. Puse una alarma para dentro de una hora y cerré los ojos.
Justo cuando estaba quedándome dormida, mi móvil sonó. Suspiré y me senté, quité la alarma y me puse las gafas. Fuí al baño, lavé mis dientes y peine un poco mi pelo. Cogí el bolso, el móvil y salí.
Después de cerrar la puerta bajé.── ¿a dónde vas? -preguntó Jorge, no respondí y fuí hacia la puerta.-
── no puedes salir sin mi permiso.
── yo le dí permiso -dijo María. Salí y cerré la puerta.
Al llegar al hotel, toqué la puerta de Milagros. Nada más abrirme, la abracé.
── llévame contigo, no creo que pueda soportar esto.
── sé que vas a poder, al menos hasta que cumplas la mayoría de edad -se separó y limpió mis mejillas-.
Estuvimos hablando bastante rato, hasta que llegó la hora de irse. Salimos y paró un taxi.
── te estaré llamando.
── está bien.
── recuerda que te quiero, y que la insoportable de Elsa y yo te echaremos de menos.
── yo también te quiero -me sorprendí yo misma, solo le había dicho a Elsa que la quería, a nadie más, hasta ahora.-
Cuando se montó en el taxi, este se alejó, entonces me dí cuenta de que Milagros había sido cómo una madre para Elsa y para mí todo este tiempo, y ni siquiera me había dado cuenta. Siempre ha estado pendiente de las dos, de que no nos faltara nada, y cuando nos hemos portado mal, ha sabido reñirnos cómo lo haría cualquier otra madre. Sabía que no veía a Milagros cómo una directora, pero no imaginé que todo este tiempo ha hecho un papel de madre para Elsa y para mí.
Limpié mis mejillas y llamé a María. Le dije en que calle me encontraba, dijo que no tardaría y colgué.
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Pr🚫hibida. Primera Temp. //EN DREAME
RomanceKatrina Miro, abandona por su padre cuando tenía cinco años y criada por su madre, la cual muere cuando ella tiene siete años, se vé obligada a ingresar en un internado que su padre paga, pero él nunca ha ido a verla y mucho menos la ha llamado. Ant...