Una Simple H-(Editando)

¿Y yo soy..?

Job estaba tendido en el suelo, ¿había muerto?, no quería pensarlo, debía pensar en otras cosas, por ejemplo en como descubrir lo que quería René, quién era ella, que quería de mí, y todas esas cuestiones que posiblemente hagan que yo siga aquí, la verdad, no me lo había preguntado hasta el momento, ¿yo sigo aquí en el mundo terrestre para descubrir todo esto? No lo sabía, pero tampoco lo iba a descubrir ahí preguntándome, necesitaba actuar.

Dí ojos ciegos a Job y me dispuse a ir al despachito del mismo, seguí el plan de siempre, coger papel y escribir, ahora con un poco más de cuidado, ya que René estaba por la casa y sabía que yo estaba allí, me dispuse a escribir y entonces me dije: ¿pero qué escribo? ¿ y para quién? Porque Dana no iba a volver, estaría muy asustada la pobre, Job estaba...muerto, me costaba asimilarlo pero era así, René la descarto, ella es la última que debe saber esto. ¿Qué hago ahora? Entonces pensé x un momento en mis primos, los de nochevieja, René debería tener el número de mi tía asique el plan era coger su teléfono, tarea bastante sencilla la cuál hubiera sido efectiva si ella no llevara el móvil en su bolsillo.

Fui a la cocina a por las palas de espagueti y así poder coger el móvil más sencillamente, René estaba en su habitación cara al armario, no me dejaba ver que había allí, lo tapaba con su espalda, pero viniendo de ella no me sorprendería ya nada, saqué mis palas y las acerqué al bolsillo de René por el cual asomaba su móvil, esto de ser un espíritu iba bien para poder robar, no tenía que preocuparme porque mi pulso fallara.

Ahora que ya tenía el móvil me fui a mi habitación y cerré la puerta, si René venía podía sospechar mucho al ver la puerta cerrada pero que más, ella ya sabía que yo estaba en la casa, me daba igual, esto era una guerra entre las dos no tenía que ocultar mi presencia hacia ella, ahora ya no.

Vi los contactos y vi que tenía como 800 contactos, abrí el buscador y puse el nombre de mi tía Garla, nada... entonces puse el de mi tío Steve y ese si salió, era raro que no tuviera el de su hermana pero si el de el marido de su hermana...Pero bueno, eso no era importante.

Marqué el número de Steve y solo dio milésimas de segundo en tono, pues enseguida lo había cogido.

(Esteve)-¿René?...Que extraño, a que se debe esta llamada si puede saberse.

(Jess)-Eh, hola tío soy Jess, tu sobrina.

(Esteve)-René, no tiene gracia que juegues a que tu niña sigue ahí se que es duro, para mí también lo es, he perdido a mi sobrina, pero no debe afectarte de la forma que lo hace, haciéndote pasar por ella, todos lo pasamos mal y no necesito que estés llamando por esta tontería, los demás también tenemos vidas, ahora si me permites, tengo cosas que hacer.

(Jess)- No..espera si soy yo, te lo puedo demos...

Cuelgan el teléfono.

Tenía el corazón en un puño...Era claro que un adulto centrado no se creería esa locura, ¿en qué pensaba? Ahora si que no sabía que hacer...No tenía ninguna idea, esto era más difícil que en las películas... Esto tenía más complicidad y era real.

Me fui a la cama, la cuál no tenía sábanas era un colchón sin más, la almohada tampoco se encontraba allí, pero me daba igual, sólo quería tumbarme y mirar el techo, suspiré y dejé que mis ojos se cerraran lentamente, los cerré y entonces conseguí ver algo que jamás podré olvidar, un bosque visto desde arriba con un gran árbol que destacaba de los demás, era fino y bello, alto y de hojas rosadas, en esa visión yo no me veía, era una vista en 1º persona y podía moverme volando donde quisiera, era como una simulación real de un videojuego en 3D, avanzaba por el cielo pero solo había bosque, bosque, bosque y más bosque, lo único que cambiaba era que me alejaba del árbol diferente, cuanto más me alejaba de aquel árbol más me parecía ver a un pequeño niño a lo lejos, volando, como yo lo hacía, me acercaba más y más, hasta que llegué hasta donde estaba él.

(Niño)- No digas palabra, se quién eres, solo te diré que tengas en mente quién eres, de donde vienes, por qués estas aquí y cuando tengas esas respuestas, intentes resolver lo demás. Conócete a ti para conocer el mundo que te rodea.

Seguidamente sin dejarme tiempo a reaccionar, abrí los ojos y me levanté de la cama, entonces me quedé pensando y me hice esa pregunta: ¿Y yo soy..? Lo peor fue que no supe acertarla al 100%.

¿En verdad yo era Jessica? Si , claro que lo era, pero ¿por qué? y ¿de dónde vengo? Jamás supe donde nací, ni tampoco me lo había preguntado, simplemente existía y allí estaba por arte de magia, ¿no?

Ahora debía dejar a un lado a René y descubrirme a mí para poder descubrir lo que tanto buscaba.