¿Es real? | BTS/Avengers

Finalmente

En algún punto de la caminata, Namjoon empezó a reconocer ciertas edificaciones. La esperanza le invadió de inmediato y las lágrimas junto a pequeños sollozos empezaron a hacerse presentes de nuevo, cosa que hizo que en cuestión de minutos, su pareja despertará, preocupado.

--¿Qué sucede Nammie?

Extendió su diestra a una de las mejillas del más alto, limpiando las lágrimas.

--P_puede que estemos por llegar...-- Susurró con la voz entrecortada. Su novio se dedicó a limpiar las pequeñas lágrimas y a decirle cuanto le amaba, pues era lo mejor que podía hacer.

Por otro lado, los integrantes restantes se encontraban junto a Tony Stark, revisando los lugares que visitaron los 7 juntos, buscando alguna pista que les indicará donde podían estar el mayor y el líder.

YoonGi y Hoseok ya se habían sincerado con los demás integrantes, dudaban mucho que pudieran encontrar a sus amigos, casi hermanos; sin embargo, a pesar de esto, eran los que más estaban sufriendo con la situación, en especial el más pálido, quien había recaído en depresión aunque eso era poco, comparado con las constantes crisis de ansiedad en las que se había visto envuelto.

A diferencia de los dos mayores, Taehyung aún no perdía la esperanza, se mantenía despierto a altas horas de la noche esperando que sus hyungs volvieran e incluso, durante la cena del día anterior había colocado en la mesa 7 platos, correspondientes a cada integrante, esperando que volvieran para cenar.

-Tae, creo que cometiste un error... -Mencionó JiMin con un toque de tristeza en su habla.

-¿Porqué Minnie? - El chico miró a su contrario con curiosidad

-Porqué hay 7 platos en la mesa...-

-Lo sé- mencionó intentando ocultar la tristeza- Puede que Jin hyung y Namjoon hyung vengan para cenar - Le regaló una sonrisa cuadrada, típicas en aquél chico, pero que se vio deformada cuando el mismo empezó a llorar. Los demás presentes no sabían que decir, todos habían notado que a pesar de que no lo mostrará, le afectaba tanto la falta de sus amigos.

Tony había tenido que soportar de todo en lo que llevaban recorrido, aunque lo que más predominaban eran los llantos cargados de tristeza.

Luego de un rato más, llegaron al último lugar, su última esperanza, el lugar donde se presentarían antes de que todos estos problemas sucedieran, aquél gran estadio.

El lugar estaba cerrado, por lo cual sólo revisaron la parte de fuera, encontrando absolutamente nada, su última esperanza se había esfumado.

Al estar a punto de retirarse del lugar para volver al hotel en el que ahora se estaban quedando, un poco alejado a donde había sucedido la tragedia, escucharon como YoonGi rompía en llanto.

Tony suspiró, pensando que sería uno de los ataques de aquel chico. Sin muchas ganas le miró, notando como el tenía la mirada puesta en otro lado y pareciera que quería correr hacia el lugar al que estaba viendo. Los integrantes dirigieron su mirada, todos hacia el mismo lugar.

Ahí estaban su hyung y su líder, hechos un desastre y con pequeñas heridas que saltaban a la vista.

En el momento en el que Namjoon vio a sus compañeros, bajo a su pareja y se acercaron a pasó lento, pues su cuerpo no les permitía mucho más, ambos luchando por retener las lágrimas.

--Hyung... ¿E-esta bien?- fue lo primero que pregunto JungKook al notar la herida ensangrentada que tenía Jin en su rodilla. Recibiendo sólo un asentimiento de cabeza.

Mientras todos concentraban su atención ya fuera en aquello o en tranquilizar al más pálido, quien estaba pronto a otro ataque de ansiedad, se escuchó un golpe seco que captó la mirada de todos. Namjoon estaba en el suelo, con la respiración entrecortada; en resumidas cuentas terminó por demayarse y no era para menos, pues el no había dormido ni un solo minuto y al igual que su pareja no había probado bocado alguno.

YoonGi se libro del agarré del más bajo del grupo y se acercó a su amigo, cegado por el miedo de porder perderlo, intento de todo para despertarlo.

Tony sólo miraba todo con atención, le causaba cierta tristeza ver la escena, pues a diferencia suya y de su equipo, ellos no tendrían una segunda oportunidad si llegaban a rozar la muerte.