Todo saldrá bien... -Deltarune- {ON HOLD}

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-Volvamos mañana... ¿Esta bien?- esas fueron sus últimas palabras dichas antes de desaparecer de la vista de aquel joven quién, con una mirada inexpresiva mueve su mano en señal de despedida.

No pasó mucho tiempo cuando ella ya se encontraba en la puerta de su casa, jadeante, después de correr por el pequeño pueblo y huir de la 'oficial basura' que siempre encontraba en su camino, era un trayecto agotador pero le hacía sentir gusto cuando llegaba a su destino, mientras ella se relajaba poco a poco después del reciente agitado viaje y observó que "ella" no estuviera ahí tocó suavemente la puerta mientras se recostaba en la pared esperando a que alguien de su familia le permitiera el paso ...  no hubo respuesta... soltó un gruñido, pasaron unos instantes y volvió a tocar... nada, ni un simple sonido que proviniera de ahí dentro, impaciente, más que tocar golpeó la puerta con sus puños y aun con el estruendoso ruido no se divisó respuesta alguna, después de patear un bote de basura y gritar variadas cosas a monstruos que pasaban por ahí cerca en el momento se rindió y decidió buscar una respuesta al asunto, arrastrando sus pies rodeó su humilde hogar para mirar por las ventanas las cuales yacían cerradas y no daban ningún indicio de que alguna luz estuviera prendida, tenía lógica, si nadie salía cuando ella casi tumba la puerta no había nadie, se dió un golpe en la cabeza y con una sonrisa de satisfacción buscó en el bolsillo de su chaqueta morada pero al golpearla no sintió nada, dirigió su mirar al bolsillo y no había nada, suspiró y con una gota de sudor revisó su otro bolsillo y... ¡Vaya sorpresa!... No había nada.

- Santa mierda...- se desesperó, palmeó sus bolsillos del pantalón y nada sintió, las llaves, las malditas llaves que había perdido eran el último par que su familia le prometió regalar después de las ya siete llaves que botó por ahí y jamás volvió a ver, puso sus garras en su cabeza y empezó a dar vueltas en el mismo lugar mientras trataba de recordar donde las había dejado ya que, aunque no lo pareciera, sin esas llaves estaba cavando su propia tumba, luego se detuvo y mirando a la nada reflexionó, ¿pudieron haber traspasado al mundo oscuro? No, hubiera sentido el molesto golpeteo de estas en todo el viaje, entonces ¿cual fue la última señal que recibió de estas...? había dejado de sentir el golpeteo cuando... miró la puerta de su hogar mientras se volvía a golpear en la cabeza... "Que estúpida eres, Susie..." se dijo a si misma para empezar a dirigirse a su escuela a paso rápido.

... Saltemos el tiempo un poco...

Después de la caminata que tuvo que hacer para llegar a ese lugar donde sus padres la dejaban solo para "mantenerla ocupada" caminó por los pasillos lentamente hasta quedar en frente de la ya conocida habitación abandonada, abrió la puerta para que un suspiro de alivio saliera de ella y pudiera divisar esas llaves tan preciadas, las agarró triunfante y volvió hacia la puerta hasta que algo la detuvo... No supo que era o que fue pero era un sentimiento bastante... Extraño, volteó para mirar la habitación y detallarla mejor, solo eran juguetes tirados en el piso pero algo que le llamó la atención fue ese peluche que estaba tirado en la esquina del cuarto, de el recordó al gato de la tienda, ¿como se llamaba? ¿Seam? ¿Shawn? ¿Sum? No lo recordó, ese sentimentalismo que tenía le hizo recordar muchas cosas y, aunque no había pasado tanto tiempo desde su despedida en el 'narnia oscuro' (apodo creado recientemente por ella), la curiosidad había llegado de inmediato, ¿en verdad todo lo que vivió allá pasó? ¿o todo fue un simple sueño? Un debate que solo podía ser solucionado si ella comprobara el armario el cual obviamente tenía que estar cerrado, igual que la oficina donde se podrían encontrar dichas llaves para entrar, abrió la puerta y se dispuso a salir pero... Tal vez intentar forzar la entrada no haría daño, fue por el pasillo, se paró en frente del armario de suplementos y notó que este no tenía su habitual candado, abrió la puerta esperando la temible misma oscuridad de esa mañana con valentía, pero... Nada pasó, extrañada, cerró y abrió la puerta una y otra vez pero... Todo era igual, de hecho, lo primero que divisó fue esa preciosa caja de tizas que le mandaron a tomar y empezó todo ese lío, decepcionada se da la vuelta e intenta cerrar la puerta lo más despacio posible, tal vez esperando una señal, algo que demostrase que ese mundo era real... Pero lo único que consiguió fue una pérdida de tiempo.

Ya dirigiéndose a la salida con manos en sus bolsillos no pudo evitar volver a suspirar y preguntarse "Hay alguna posibilidad ¿de qué... Fuera real?"

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Un brillo rojo resaltaba en toda la habitación, el joven, aún con cuchillo en mano dirige su mirada inexpresiva a la jaula de pájaros que se encuentra en una esquina la cual contiene algo... Particular, una alma humana para ser mas específico y, aunque parezca imposible, esta se estaba moviendo rudamente tratando de escapar del estrecho lugar, el humano al notar eso, a paso lento se dirige hasta la oxidada jaula mientras que el alma se detiene empieza a girar en su sitio descontroladamente, al parecer tratando de buscar una salida, cuando vió la puerta delante de ella procedió a empujar con fuerza ese lugar tornando los silenciosos sonidos en ruidos estruendosamente metálicos, el castaño, al estar ya en frente de esta y ver su desesperación procede a continuar con su siguiente paso, tomó una manta que se encontraba por ahí y cubrió la jaula, al notar el impacto que tuvo en ella empuñó de nuevo el cuchillo y lo acercó poco a poco hacia este, la jaula iba a destruirse con los movimientos bruscos y sonidos que emitía, el alma parecía aumentar su brillo cada vez que el cuchillo se acercaba a la tela y los ojos del chico estaban temblando, solo pasaron unos momentos antes de que todo se callara de repente, la brillante luz de la habitación se había desvanecido dejando una oscura y tétrica recámara, el humano recogió la manta para observar la misma alma de antes solamente que sin movimiento alguno, un alma roja flotante por así decirlo, el tomó el alma y la acercó despacio a su adolorido pecho hasta que sintió una corriente de paz, cerró lentamente la jaula de pájaros y fue hasta su cama, estando allí se acostó con cuidado mientras sentía que su cuerpo temblaba por unos instantes, después de que finalmente se sintiera "mejor" de lo que estaba empezó a sollozar en silencio, odiaba hacer eso y lastimosamente se estaba haciendo más común de lo normal, ¿cuanto más duraría ese sufrimiento? ¿Que hizo el para merecer eso? Y mientras más reflexionaba sus lamentos, más lágrimas caían, se odiaba a si mismo y odiaba su alrededor cuando no era el, muchas veces intentó gritar, golpear, llamar a alguien, pero nada funcionaba, estaba destrozado, no quería ser controlado más, incluso si ese pensamiento significara la muerte, pero ¿qué más daba? no importaba que hiciera, siempre era el mismo final y el mismo inicio, no era el quien vivía su vida, cuanto odiaba esa alma, esa determinación que ni siquiera era de el, de la cual jamás supo de quien era y jamás lo hará.

¿No es eso verdad pequeño/a jugador/a? Je je solo TÚ sabes esa respuesta

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Bueno... tal vez no me conozcas, pero creo que tu trabajo ha terminado, es hora de que leas un poco... ¿No es así? Te deseo suerte siguiendo la historia de este EXPERIMENTO...

vamos allá =)...

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