PARTE 2

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La expresión en el rostro de Alfred mientras ve como salen y entran personas de aquella casa con nuestra comida me hace pensar que no está contento, y no lo culpo, también estoy enojado, pero no hay nada que podamos hacer, ellos están armados hasta los dientes.

Las hojas de los árboles al lado mío se mueven repentinamente, es mi amigo, corriendo a toda velocidad hacía los roedores. De inmediato salgo detrás de él. Lo alcanzo y lo tecleo haciéndonos caer a los 2 al suelo lleno de ramas, hojas y piedras.
-¡Suéltame!.-Exclama. Le tapo la boca para evitar que nos escuchen.
-¿Estás loco?.-Digo sosteniendolo con fuerza.-¿Que intentas?.-Susurro.

-¡Son nuestras cosas!.-Entiendo muy apenas ya que mi mano cubre su boca con fuerza.

-Lo sé, pero ya no hay nada que hacer... Apenas te vean te acribillarán.-Comienza a calmarse un poco.-¿Es lo que quieres?.-Digo y me quito de enzima. Tiendo mi mano para ayudarlo a levantarse.-Conseguiremos más.-Intento calmar la situación.

-¿Bromeas?. Tardamos meses en juntar una porción que apenas llenaba 2 mochilas pequeñas...¿A caso tienes comida extra en algún puto lugar secreto por ahí?.-

-vámonos.-

-¿A donde?, no hay ningún lugar a donde ir. Solo esperemos a que se vayan, entraremos de nuevo.

-¿Y si regresan?, ¿Que crees que nos harían?.-Replico intentando convencerlo.

Entiendo su frustración, esa comida era nuestro esfuerzo de meses, al igual que esa casa, podría estar casi en ruinas, pero se podía estar allí.

-Además, tenemos que seguir buscándola.- Digo mientras me acomodo la mochila.

-Por favor, Nicolás, ¿En verdad crees que sigue con vida?...

No despego mi mirada de sus ojos.

-¿a caso crees que ella podría sobrevivir a todo esto por si sola?.-

Siento como mi sangre comienza a hervir.

-Deja de pensar idioteces.- Dice secamente.

-Vámonos.- Digo forzando los ojos para no dejar caer ninguna lágrima.

El levanta su mochila del suelo y se la coloca en la espalda.-Lo siento, Nico, solo estoy siendo realista.- Dice sin más y se adelanta en camino al interior del bosque.

Estoy cansado, cansado de caminar de aquí para allá sin rumbo alguno. Buscando un fantasma, buscando a alguien que probablemente jamás encontraré. Quizás el tenga razón. Es una chica ruda. Pero ni siquiera el hombre mas fuerte sobreviviria sólo. Aquél hombre fuerte que jamás se da por vencido, que lucha por lo que le falta y que protege a los suyos del peligro del exterior. Ni siquiera ese hombre que daría su vida por la de alguien más, sea un extraño. Ese hombre, sólo en este mundo, sería un hombre menos en el.

-Mira.-Dice Alfred. Señalándome una gran avenida llena de autos en ruinas. Autos consumidos por las llamas de algún loco que decidió que sería buena idea prenderle fuego a un carro en el apocalipsis. Cristales rotos, tanques vacíos y cuerpos por todos lados. A decir verdad, el olor ya no es algo que moleste, te terminas acostumbrando.-Aquí.-Le indico un camión aún cerrado. El saca una palanca de un carro y la pone en el centro de las 2 grandes puertas al final de la traila para hacer palanca. Luego de unos 5 minutos intentando el candado cede. Un edor que jamás antes había conocido inunda mis fosas nazales. -Si tuviera comida en el estomago seguro vomitaba.-Dice Alfred mientras se tapa la nariz con la bufanda gris que le cuelga alrededor de su cuello largo y delgado.

Saco una linterna de mi mochila e ilumino dentro del camión. Mi respiración se congela. Abro los ojos para estar seguro de que lo que estoy viendo no es una alucinación causada por la falta de hambre o de agua. Volteo con Alfred.-¿Tú también la ves?...

LA QUINTA ALIANZA: Parte 1[CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora