Memoria 5 - 21/Mayo/14

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Grell entendió que la solución respecto a su amor por William nunca la encontraría huyendo y menos en estos días, en los cuales le parecía preferible morir de nuevo a segur sufriendo por una situación de la que, tristemente, William jamás estaría enterado.

El pelirrojo se dio el valor para buscarlo al final de la jornada del día, teniendo el pretexto de darle a firmar algunos documentos de último minuto (cosa que por supuesto, no sería extraña).

Al verlo en la esquina habitual de su camino a casa, Grell solo corrió viendo una oportunidad irrepetible para hablar y poder estar en paz consigo mismo por hoy.

- Hola William... - dijo penoso el carmín una vez que llego al lugar.

- Sutcliff- contestó de manera normal el moreno- Buenas noches ¿que se te ofrece a estas horas?

- Disculpa William es que acaban de llegar estos documentos del alto mando y necesitan de tu firma, si no te molesta...- ofreciéndole dichos papeles y desviando la mirada de esos ojos serios que tanto le encantaban.

- No hay cuidado Sutcliff, aunque tuviste suficiente tiempo para entregármelas antes... ¿porque ahora? - una respuesta seria como de costumbre, pero podía notarse lo relajado que estaba, una actitud bastante extraña en William.

- Perdona, pero... lo olvide por un segundo - contesto la parca roja con una sonrisa nerviosa.

Spears solo suspiro y metió los papeles a su portafolios.

- Gracias Grell...

El carmín quedó desconcertado. Hace tanto que William no lo llamaba por su nombre, esa era una señal de que estaba de buen humor, incluso que podría estar tramando algo.

- No hay de que. ¿como has estado?

- Pues... que te puedo decir, entre el cargo, el reglamento, las juntas. Este rango es de presión total.

- Espero no te haga mal.

- Estoy acostumbrado a esto, tu mejor que nadie lo sabes. Además, no es como si pudiera morir a causa del trabajo.

- Me gustaría verte disfrutarlo un poco. Me gustaría verte... sonreír Will...

Esa fue la gota que derramo el vaso.

La relación de ambos había cambiado drásticamente desde que Grell decidió alejarse de William al pensar que esto sería una solución a sus problemas, pero al contrario, empeoraron las cosas.

William solo lo miro con un poco de esperanza, pero a la vez, bastante confundido.

- Bueno, creo que es hora de irme. Ya es algo tarde.

- Tienes razón, discúlpame por el retraso. No veremos mañana entonces.

- Trata de llegar puntual Sutcliff- había vuelto el William de siempre

- Trataré.

Al ver como el moreno poco a poco se alejaba, Grell sintió que algo le hacía falta, un vació le recorrió el pecho.

-¡Espera William! - el gerente se detuvo

- Podría... ¿Pedirte un abrazo? – Puso una mirada suplicante mientras le ofrecía los brazos estirados cual niño pequeño.

¿Qué hacer ante esta situación? Hace tanto que William no abrazaba a su pelirrojo, hace tanto que no lo tenía tan cerca de él, era obvio lo necesitado que estaba de contacto físico, ni siquiera él podía entender por qué. Parecía como si Grell lograra completarlo de alguna forma.

- No veo porque no.-

Spears ni siquiera terminó de hablar cuando Sutcliff se abalanzó suavemente contra él, sosteniéndolo de una manera tan cariñosa y tan cálida que su solo contacto podía decía un "No te quiero dejar ir jamás".

- Has sido muy bueno conmigo William. Gracias.

- ¿De qué hablas?

- Siempre has estado ahí, actuando como un gran amigo y una persona increíble conmigo, te lo quiero agradecer.

- No tienes que hacerlo. - le respondió la parca oscura casi en un susurro sin soltarlo.

Sentía la respiración del pelirrojo rozar su cuello, provocándole cierta sensación irresistible que lo hizo romper el contacto.

- Supongo que es hora de irte, es algo tarde ya. Ve con cuidado ¿de acuerdo? - respondió Grell al darse cuenta de la acción, pero tomando su mano sorpresivamente con cariño, el moreno accedió al contacto sin ningún problema.

- No tienes de que preocuparte.

- Que pases buenas noches. - se despidió el carmín con otro abrazo más corto que el ultimo.

Y así fue como Grell vio marcharse al amor de su vida otro día más.

Por supuesto que decidió mantenerlo dentro de su inmortalidad para siempre, ya sea como pareja o como amigo, solo quería tenerlo cerca y jamás alejarse de él. Aunque algo como el inmenso amor que le tenía, no era posible de cambiar de la noche a la mañana.

𝑀𝑒𝑚𝑜𝑟𝑖𝑎𝑠  𝑑𝑒  𝑢𝑛  𝑆𝘩𝑖𝑛𝑖𝑔𝑎𝑚𝑖 ||[𝕲𝖗𝖊𝖑𝖑𝖎𝖆𝖒]||Where stories live. Discover now