Centralita [InkError]

Parte 8

Había pasado casi un mes desde que se conocieron y Error aún se preguntaba como narices terminaba siempre aceptando cada vez que ese estúpido comercial lo buscaba para salir o hacer cualquier tonteria. Habían ido al cine, a una exposición de arte, a la Feria y hasta a una firma de libros de la escritora favorita de Error.

Tenía que reconocer que con ese último se había lucido. Error nunca le dijo quien era su escritora favorita, pero al parecer la tarde que pasó en su casa cuando inundaron el piso del mayor fue suficiente para este último para descubrirlo, a saber cómo. Error suspiro por decimonovena vez en el día, tratando de entender por qué desde ese último evento, se sentía raro en compañía del mayor.

*Flashback*

-¡¡Error!!-

-Tsk no grites, casi me dejas sordo imbécil - gruñó el menor desde su lado de la línea - ¿qué narices quieres ahora? -

-Hehe tengo una sorpresa para ti~ -canturreó el mayor, cosa que le habría puesto los pelos de punta al glicheado, si los tuviera.

-... ¿Te he dicho ya que tengo un tasser y se utilizarlo? -

-Aw Error, me dueles, en serio - se oía movimiento del otro lado de la línea - pero de verdad tengo una sorpresa para ti Glichy, y te va a encantar -

-¿¡Cuántas veces te voy a tener que decir que no me digas así!? - dijo enojado y sonrojado mientras soltaba su libro con indignación.

- Ya, ya, no te enojes, venga quedamos en... -se oye ruido de varias hojas - el nuevo centro comercial al lado del parque en una hora ¿sí? - se le notaba emocionado.

-... Tsk si no me gusta me vas a volver a comprar media chocolatería - gruñó de nuevo, levantándose del sillón para guardar su libro.

-Hehe te compraré la tienda entera si no te gusta - rió el mayor antes de colgar.

Error hizo una mueca. No podía negar que sentía una gran curiosidad por la sorpresa del mayor, más aún con aquello que había dicho. Se arregló un poco, pues andaba en pijama, y salió finalmente de su hogar en dirección al lugar indicado.

[...]

El lugar se veía atestado de gente y una gran fila que salía del nuevo edificio. Error buscó al mayor, que estaba más o menos a la mitad de la fila, el cual al verlo alzó su mano para llamarlo con emoción.

-¡Error! ¡Aquí, aquí! - gritó Ink con una gran sonrisa.

-Ugh ya te he visto idiota, no hace falta que hagas tantos aspavientos... - gruñó cuando llegó a su lado, desviando la mirada con un diminuto rubor - ¿qué se supone que estamos haciendo aquí? - preguntó incómodo por tener tanta gente cerca, su hafefobia le estaba provocando más gliches de lo normal.

-Paciencia Errorcito, es una sorpresa y antes de que digas nada, créeme que valdrá la pena~ - sonrió seguro de sí mismo, notando los gliches de más del menor - ¿estás bien? -

-S-sí, ¿cómo no iba a estarlo? Estoy en medio de un montón de gente que no conozco de nada y que están demasiado cerca de mí... - gruñó de nuevo, cruzándose de brazos mientras trataba de calmarse.

- Esta bien, no contaba con esto, lo siento... ¡Ya se! - a Ink se le encendió la bombilla, sonriendo de nuevo - en este centro comercial hay una heladería muy buena según se, ¿por qué no vas a tomarte un helado allá mientras yo espero? - mientras hablaba, rebuscaba en sus bolsillos hasta sacar su cartera, sacando algunas monedas para tenderselas al menor - ten, considerarlo una disculpa por no darme cuenta de esto ¿sí? - Error miró al esqueleto blanco y luego su mano por unos segundos.