2○Una segunda oportunidad, es una última oportunidad.

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Ese día el cielo era naranja, era un atardecer y aun así mi entorno era gris, el sonido de la ambulancia ni siquiera llegaban a mis oídos, el olor del plomo no había sido percibido por mi sentido del olfato, solo podía ver como la pintura reflejada en mis pupilas era gris, un gris de silencio.

Tres policías revisaban los alrededores, varia gente se paseaba como espectador, no reconocía a ninguno de ellos, aun estando desconectado completamente de la realidad, el color gris que veía se fue opacando al ver un rojo carmesí en el piso, no sabia lo que estaba pasando o que había pasado.

“Sangre”.

.

..

….

…..

El tiempo paso y no me di cuenta en realidad, tan perdido estaba en mi propia realidad, solo sabia algo.

“Tengo frio”.

Tengo frio, eso era lo que me decía mi cuerpo, me sentía cansado, ¿Cansado? ¿Pero de que? Pero mi cuerpo me decía que no podía mas, la carga que sostenía mi espalda era demasiado pesada, trate de abrir mis ojos, con éxito, pero no tenia caso, mis ojos no podían ver, no me había vuelto ciego ni había perdido parciamente la vista, era solo...... "oscuridad".

Sentía frio, estaba oscuro, pero no me había percatado de lo peor, me estaba ahogando… empecé a agarrar mi cuello en un intento desesperado de poder respirar, mi cuerpo de empezó a revolcar… revolcarme en que… no estaba en el piso, mas aun no estaba ni sentado ni de pie, pero eso no impidió que me retorciera de agonía.

Justo cuando pensaba que la agonía acabaría conmigo, una luz se vio a lo lejos, era como si una puerta se abriera, lo que mi mente interpreto como puerta se abrió de par en par lentamente, mientras aun me ahogaba pero ya sin fuerzas para retorcerme.

-¿Que crees que has estado haciendo?

Una voz se escucho justo en mi espalda, con ganas de realizar algún movimiento pero no pude, mis ojos no se apartaban de la cálida luz, una luz que emanaba calor.

-¿Dónde rayos estoy? ¿Quién eres? ……-dije en mi aliento.

-¡Hijo mio que pasa, despierta!...

Esa era una vos diferente, pero esa voz no termino ahí, se repetía una y otra y otra vez.

-¿Que crees que has estado haciendo?

Dijo la misma voz anterior, al mismo sonar que la voz del otro hombre.

“Muévete cuerpo, muévete”.

Me decía pero era inútil.

-¿Que crees que has estado haciendo?

Me lo dijo por tercera, pero no sabia que contestarle, no sabia quien preguntaba, no sabia ni donde me encontraba.

-Te diré has estado haciendo.

Una imagen como si estuviera viendo desde arriba, desde el cielo apareció delante de mi, no se si mis ojos lo veían o era mi mente que interpretaba la imagen, pero no importaba el ligar que se mostraba no se me hacia desconocido, no era mi hogar, no era mi calle, ni mi colonia…. Era mi lugar de trabajo. Un callejón oscuro es lo que veía, vi como un hombre caminaba cerca del callejón y cuando paso por el callejón vi como otro hombre rápidamente lo golpeo, lo insulto, lo amenazo y por ultimo le robo sus pertenencias, “Ese soy yo”, así es como era, yo no había sido golpeado, insultado, ni robado.

-¡Despierta!.... -la voz del hombre se escuchaba a lo lejos.

Yo soy quien estaba robando, yo era el ladrón.

El autógrafo de Dios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora