PEPINO-MONOGATARI.
La estación de metro subterráneo estaba completamente vacía, pero él no se había percatado de ello, siguió su camino, ignorando todo completamente a su alrededor, solo su mente pensaba “Veamos que es todo esto de PojectoMonogatari”
La estación se encontraba oscura, desolada, casi abandonada, solo estaban las lámparas luminarias parpadeando, y agua bajando de las escaleras y escurriendo del techo, pero esto no hizo que el joven despegara su mirada de la pantalla del celular. Y esto era porque se quedó fijamente mirando los siguientes mensajes.
Maestro de historias: Como si de géiseres se tratara el agua seguía siendo expulsada del suelo de los enormes y oscuros hoyos.
Gretel: ¡Ya basta! Esto no es divertido, termina con este juego.
Cecy-sama: afortunadamente el ascensor seguía funcionando, cuando la puerta se abrió, rápidamente nos metimos y pulsamos el botón del último piso, dejando atrás al agua a esos monstruos.
Maestro de historias: El ascensor empezó a mostrar fallas, y se quedó atascado, mientras el agua no paraba de subir, tanto que el ascensor empezó a inundarse del agua.
Cecy-sama ha abandonado el tema
Después de haber leído esto, el chico siguió caminando, aunque aún no le hallaba sentido a todo lo que leía.
Bip bip.
Un sonido de alerta de mensaje se escuchó viniendo del celular, era un mensaje, en el tema habían respondido, le habían dado seguimiento a la conversación.
Maestro de historias: El ascensor empezó a mostrar fallas, y se quedó atascado, mientras el agua no paraba de subir, tanto que el ascensor empezó a inundarse del agua.
Cecy-sama ha abandonado el tema.
Pepino se ha unido al tema.
Maestro de historias: cerca del subterráneo empezó a trasminar toda el agua, teniendo en pocos minutos una gran alberca que abarcaba y no solo eso, las puertas del subterráneo estaban completamente cerrados por un candado.
“De que va todo esto, que demonio….” Su pensamiento quedo a medias cuando al seguir caminando por fin noto que su calzado estaba húmedo.
Bip bip.
El chico miro fijamente a su alrededor y lo que vio lo dejo perplejo, agua cayendo como cascada de las escaleras del subterráneo, caían y caían , el agua parecía no tener fin, la lámpara luminaria estaba parpadeando, pero de lo que lo que más le impacto, no fue el hecho de que las escaleras estuvieras cerradas por un barandal de acero, sino que, al darse la vuelta, el vagón del metro, estaba completamente vacío, ni se movía, ni se cerraba la puerta, solo estaba estático.
Bip bip.
El agua seguía subiendo hasta la altura de sus rodillas, “Espera que es todo esto, no me digas que”, el chico empezó rápidamente puso enfrente de sus ojos el celular y mientras temblaba de nerviosismo, sin embargo un sonido como de vidrios rompiéndose empezó a escucharse en el fondo del vagón del metro subterráneo.
Nervios, más que nervios, un escalofrió recorrió por todo su cuerpo.
Cecy-sama ha abandonado el tema.
Pepino se ha unido al tema.
Maestro de historias: cerca del subterráneo empezó a trasminar toda el agua, teniendo en pocos minutos una gran alberca que abarcaba y no solo eso, las puertas del subterráneo estaban completamente cerrados por un candado.