Capitulo. 5 Secreto

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Cuando Justin y Alfredo se fueron, a su hotel una hora después mi padre llegó a casa y mi mejor amiga aún se encontraba comiendo. Sumergida en mis pensamientos ignoraba todo a mi alrededor, mi madre... como la extraño

- ... pero todo estará bien lo prometo. —dijo, Ana.

Rayos, no le presté atención.

- Gracias, pero...

- Lo se, no me escuchabas. Pero aún así te quiero y yo me encargare de que te encuentres bien.

- Eres una gran amiga.

- Soy tu única amiga.

- Eso no es cierto.

- Bueno, soy a la única a la que en verdad le interesas, porque te quiero como mi hermana.

- y yo a ti.

me abrazo y nos quedamos así un largo tiempo.

- ¿Recuerdas cuando queríamos vender limonada? —sonrei, alejándome de ella.

- Si, mi madre hizo que todos sus amigos nos compraran la limonada.

- Ella era un gran persona.

- Una excelente persona...

Estuvimos en silencio un minuto hasta que ella lo rompió.

- ¿Cuando se lo dirás?

- Aún no es bueno que él se entere o se alejara de mí.

- Algún día se dará cuenta, cuando mire tu cuerpo.

- Lo se...

- Eres mi mejor amiga, y eres fuerte por haber hecho eso pero...

- Basta... —sonreí y la mire— iré a visitarla se semana que viene. ¿Me acompañaras?

- Claro que si, no me lo perdería por nada.

- Nunca te pierdes nada proveniente de nosotras.

- Y nunca lo haré.

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