Capítulo 2: Primera parte

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Termine mi castigo lo más rápido que pude para luego dirigirme al patio de juego donde estaban todos mis amigos y compañeros de habitación.

Llegue justo cuando Token, un niño de pelo y piel morena preguntaba: —¿A que jugamos hoy?

—¿A las escondidas? —contesto Clyde, un chico castaño de piel blanca.

—Encontré algo interesante —interrumpí de golpe su conversación—. Vengan conmigo, se los mostrare.

—No sé, la última vez que dijiste eso nos hiciste cómplice para cuidar de un gatito —dijo Token mirándome desaprobatoriamente.

—No vengas si no quieres pero te estarás perdiendo de la cosa más interesante que veras en tu vida —asegure con confianza.

—Ya-ya deja tanta in-in-intriga y muéstranos —pidió Jimmy, un niño que nació con incapacidad para caminar, él siempre debe usar muletas para ir a todos lados.

—Sígame y ni una palabra a nadie de lo que verán —pronuncie mirando seriamente a Clyde ya que era el que siempre confesaba por miedo de ir al infierno.

—Eso significa, ¿Que es algo que rompe las reglas de nuevo? —pregunto temeroso—. Craig te vas a ir al infierno si sigues portándote mal.

Me hubiera gustado decirle "te dejo fuera de esto por chimoso" pero dormimos en el mismo cuarto por lo que va a terminar enterándose de todas formas.

—Nadie ira al infierno para eso existe el confesionario. —Al que nunca iba porque no creía en los demonios pero quizás ahora si vaya.

Nadie tuvo nada más que objeta así que los guie hacia el cuarto donde guarde al pequeño, sin embargo nos encontramos con una sorpresa al abrir la puerta...

—¡Nuestra habitación! —hablo sorprendido el moreno.

Todo estaba desordenado como si hubiese pasado un tornado.

—Está un desa-desastre —dijo Jimmy, resaltando lo obvio cuando ingresábamos.

—Nos van a castigar si la encuentran así —expresó asustadizo Clyde, casi al instante de lo que dijo el otro niño de pelo castaño.

Cerré la puerta mirándolos de reojo—. No sean exagerados, ni que tuviéramos tantas cosas.

Tenía que hacer que la situación no se viera tan mal.

Estúpido demonio, ¿No te podrías haber quedado quieto en tu caja?

—Ya sabía yo que trajiste otro animal, ¿Qué es esta vez? ¿Un perro? —Ignore las quejas de Token pasando a un lado suyo sin mirarlo, me era más importante ubicar donde estaba el pequeño, sabía que estaba con nosotros porque la puerta seguía cerrada cuando vinimos.

Me detuve en el medio de la habitación mirando hacia todos lados hasta que localice un leve movimiento en mi cama y ahí estaba él, tomando el objeto material más importante que tenía.

—¡Oye! ¡Deja eso! —Salió volando antes de que lo agarrara soltando la foto de mi familia, la tome y la volví a guarda debajo de mi almohada. Suspire aliviado no estaba rota pero mi calma duro poco al acodarme con aquel otro grito que no estaba solo en la habitación:

—¡¿Qué mierda es eso?! —Creo que fue la primera vez que vi a Token tan asustado.

—¡Es un demonio! ¡Nos va a comer! —Y con ese comentario del miedoso la habitación se volvió un desfile de gritos desesperados. Ya ni distinguía quien hablaba así que hartado levante mi voz sobre los demás buscando así que todos recobraran la compostura.

Me he encontrado un demonio (pausado indefinidamente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora