Tempo

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Sí, esto era algo que ambos contemplaban, ninguno de ellos sabía cuando se tomaría aquel paso, dónde la respuesta era la que importaba era un si, y esto ya estaba claro. Las conversaciones extensas, el cruce de miradas, y el deseo de poder tomarse de las manos, decirse Amor, era algo que ambos querían hacer, un paso los distanciaba de ello. "Conociendo ciertas cosas, sabes como declarar tu amor por otra persona, y como jóvenes, queremos que sea lo mas especial. Piensas hasta en el mas mínimo detalle para que todo salga de lo mejor, sea algo inolvidable".

Abdiel:
Basado en ese pensamiento, traté de iniciar la relación, y de una manera cómica, llegué a como pedírselo. Pensaba en que le gustaba, objetos y formas que llenarán esa parte, pues lo mas importante, era el "Sí". Ahora bien, ella tenía tantas cosas, que no sabía con exactitud como entrelazar la petición, hasta que pensé claramente, y recordé que su gusto mas profundo era la lectura, pero tenía que hacerlo interesante, no sería cualquier verso simple, recurriría a la poesía, un toque de conversación, y una pizca de razones. Sí, suena a receta de cocina, pero yo quería impregnar un poco de mi esencia y mi estilo, en verdad me habría de esforzar para darle algo que viniese de muy dentro de mi. Entonces, tome mi máquina de escribir, y empecé a escribir algunas de las cosas que sentía; no puedo decir que lo hice a la primera, pues quería empezarlo como toda charla inicia, con un "Hola", pasé horas pensando como lograr entrelazar esas palabras con algo fuerte. Y entonces, llegó la inspiración, escribí como loco, versos enamorados, palabras que venían de mi corazón; Cielos!, quería que supiera que en esas letras, eran pintadas con mi sangre, que los caracteres que estaban impregnados en el papel, era mi alma, dando pulsaciones, dejando plasmado los ideas y sentimientos. Quería que supiera que la escuché, e hice esto con todo lo que contempla mi persona. Que con ello le estaba dando una parte de mi.

Llegué a terminar dicho documento, al cual, iban adjuntos, un Chocolate, algunos dulces, y luego de dárselo, le haría la pregunta, esperando un "Sí" de su parte. La primera semana del mes de Junio, realicé dichos escritos, y entonces, nos acercábamos a la recta final.

En dicha semana ambos platicaban sobre esta cuestión, y estaban un tanto inquietos, no podían esperar para ser una pareja, poder decir él/ella es mi novi@, sabían que eso era genial, pues los dos querían formar algo.

Una tarde, bajo aquel cielo que entonaba colores pálidos, rosa, magenta, y un blanco espolvoreado de dorado por el esconder del sol, Abdiel encaminaba hacia el final de la cuadra a Jazmín, y entonces dice:

-Nuestro tiempo se acerca...-dijo de manera misteriosa mientras tomaba la mano de ella fuertemente
-Debemos esperar demasiado?- preguntó Jazmín con una mirada llena de esperanza, y un pulso acelerado
-Sólo esperemos- dijo Abdiel centrando la mirada en aquel cielo.

Abdiel esperaba sentir el mejor día para decírselo, y espero hasta el sábado de esa semana; sí, un sábado nueve de Junio. Al principio pensó en que quizás no sería una buena fecha, pero al sentir lo que tanto espero, no dudo en hacerlo. El sentimiento hizo que el día viernes no se sintiera, resumiéndolo en un "Nos vemos mañana", el cual habría sido una de las frases que les ponía muy entusiasmados.

Y entonces...
Llegó el momento

Así es. Abdiel introdujo en su mochila ese pequeño escrito que contenía tanta verdad sobre lo que sentía por ella, esto, acompañado de su golosina preferida, los chocolates. Se dirigió con normalidad a dicho ensayo, el cual fue realizado con normalidad.

Abdiel:
Aquel día, deseaba que fuera especial, y lo único que me faltaba, era el broche para el escrito, y no quería que ella notara mi sorpresa, así que llame a varios de mis amigos para que la llevasen a otro lugar cuando estuviéramos en receso. Y así fue, Saúl quien fue mi comandante el año anterior me ayudo en esto, y unos cuantos minutos después todo estaba listo. Terminó receso, seguimos de manera habitual el ensayo. Cuando este finalizo, y nos dirigiamos a guardar instrumentos, entonces dije -me esperas un poco, sólo guardaré esto, nos vemos en la puerta-, a lo cual respondió con una enorme sonrisa - Va!, me parece-.

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