Carta 17

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Te amé muchísimo, cielo.

No termino de recordar los buenos momentos que pasé a tu lado, los fines de semana que le mentí a mis padres para poder pasar contigo un par de horas más y te agradeceré eternamente por presentarme a tu familia dándole la formalidad a nuestra "extraña" relación.

Casi siempre supiste que decirme y en esta ocasión no fue la excepción, sabías que yo no podía pedirte que cortaramos, no quería lastimarte... tomaste las riendas y fuiste tú el que me pidió que cortaramos, me dijiste que no tenía de qué preocuparme, que solo me cuidara y no olvidara beber agua.

Insisto con que la decisión del tatuaje es algo de lo que no me voy a arrepentir.

Espero que tengas una buena vida y volvamos a coincidir muy pronto. No lo olvides, bombón.

MielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora