La imagen reflejada en el espejo era muy distinta a la que recordaba haber visto en su cumpleaños número treinta y cinco. Poco quedaba del exitoso multimillonario playboy, Tony Stark. En su lugar. Un Tony ojeroso, cansado hasta el infierno y con una cicatriz de cesárea atravesando su abdomen.
Sin embargo, una sonrisa tonta se dibujaba en su rostro cuando escuchaba los balbuceos por medio del monitor para bebé que estaba sobre la cuna del pequeño Peter. Acompañado de la voz de su joven y atractivo papá Steve.
Así que, su plan de cumpleaños incluía a un bebé de cuatro meses y un joven abogado de veintiséis años. Una cena en un romántico restaurante italiano y algunos cambios de pañal patrocinados por Peter Rogers-Stark.
Si lo pensaba, los acontecimientos del último año parecían sacados de una cursi novela de temática gay fusionada con una muy mala novela juvenil de lobos y vampiros.
Un hombre con ciertas particularidades anatómicas que lo hacían capaz de embarazarse y ese mismo hombre involucrándose en un romance de una noche que había terminado por convertirse en la relación más estable y gratificante que recordaba. Ciertamente su pareja le ayudaba a que así fuera. Después del shock mental que significó para Steve el saber que se convertiría en padre y que además el bebé estaba dentro de otro hombre. La convivencia y la vida en pareja para ellos había sido relativamente sencilla, más aún tomando en cuenta que todo había sido consecuencia de una loca noche de copas.
Al parecer el joven Steve tenía un alma sumisa que en la vida fuera de la cama funcionaba bastante bien y complementaba de maravilla el carácter dominante de su novio.
Tan irreal.
Tony hizo el nudo en la corbata morada que adornaba su cuello y aliso el traje con sus manos, tratando de verse lo más pulcro posible. Tomó su reloj y salió de la habitación para encontrarse con Steve en el pasillo.
El rubio vestía un traje sencillo pero elegante. Tony adoraba verlo vestido de negro, hacía que sus ojos resaltaran. En sus brazos Peter vistiendo el típico trajecito de marinero con un simpático delfín en uno de los bolsillos. Todo parecía indicar que el bebé había heredado el cabello oscuro y ondulado de Stark.
Un casto beso sobre los labios de Steve y uno en la frente de Peter.
-Feliz cumpleaños -dijo Steve esbozando una sonrisa.
-Gracias, querido. -Tony extendió sus brazos para recibir a Peter en ellos, lo llenó de besos y bajaron hasta el salón principal del departamento.
En el piso de abajo, Bruce Banner esperaba a la pequeña familia acompañado de su actual novia Natasha Romanoff. La pelirroja se animó al ver al niño despierto y caminó hacia ellos.
Tony le entregó a Peter y depositó un beso en su mejilla a su vez que Steve estrechaba la mano de Bruce.
-Dr. Banner. Gracias por aceptar cuidar a Pete.
-Oh Steve, no hay nada que agradecer, es lo mínimo que puedo hacer por mi sobrino - guiñó - además Nat estaba ansiosa por verlo y pasar un rato con él. Ustedes disfruten de su cena.
-Ustedes se llevan bastante bien ¿No? - habló Tony a las espaldas de Steve. Sonriendo para su amigo - ¿qué tal Bruce?
-Hey Tony. Te ves muy bien, considerando que no duermes por las noches -bromeó.
-Sí, ese soy yo. Tony Stark.
-Podríamos llevarnos a Peter un fin de semana y ustedes tendrían oportunidad de descansar y ya saben... encender la llama... -interrumpió Natasha.
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El sueño de una noche [STony]
Fiksi PenggemarEn su cumpleaños número 35 el atractivo y millonario Tony Stark se verá envuelto en una aventura de una sola noche. Semanas después recibiría la noticia que cambiaría su vida por completo.