Back in the game

Título de la parte de tu historia

Cuando entré al cuarto el ambiente es particularmente más cálido que afuera, en el corredor. El ensayo ha sido más que aburrido y mis pies duelen. Me han prestado un vestido azul casual corto que amenaza con mostrar de más. Me echo en la cama a pesar que de posiblemente, Harry ya la haya estrenado con la chica de la recepción. Lo veo muy concentrado en el mini bar de la habitación.

-Prueba uno- me ofreció Harry sentándose en el borde de la cama

Veo el pequeño vaso de cristal relleno de líquido marrón miel, colgando tentadoramente de sus largos dedos. Es más, el vaso parecía ser incluso más minúsculo de lo que ya era yaciendo en su mano.

-Y-yo..

-Vamos, solo uno. Si no te gusta, no lo tomas y punto.

Aunque sigo acostada él toma mi mano, brindándome el vaso con whisky. Harry parecía más relajado tomando licor y me pregunté si causaría el mismo efecto en mí. Absorbiendo el fuerte olor del alcohol, mis fosas nasales arden. No imagino lo que mi garganta sufriría si lo tomara. Lanzo un suspiro cansado.

-Súbete el vestido o harás que te salte encima- gruñe

No le entiendo hasta que toca la zona baja del vestido que amenazaba con subirse demasiado dejando poco a su imaginación. Su tono y frecuente tambaleo me indican que está borracho. Pongo los ojos en blanco para cubrir el enrojecimiento de mis mejillas. Me jala del brazo haciendo que me siente.

-A la cuenta de tres, te lo tomas sin respirar- menciona

Asiento con la cabeza, sin mucha emoción por el sabor.

-Uno...Dos. Tres. ¡Toma!

Ambos echamos nuestras cabezas levemente hacia atrás. El vaso de cristal roza mis labios y me entrega el líquido miel. Me dice que no respire pero cuando siento un ardor en la garganta y lengua, no puedo evitar hacerlo. Instintivamente, suelto el vaso mientras me cubro la boca tosiendo.

Harry ha tomado todo y me observa con ojos divertidos.

-Cap..cap-p...capu..- la tos me prohíbe hablar- ..capullo

-Vamos, una vez más

En unos minutos, me encuentro mucho más relajada, eufórica, con ganas de bailar. Un cosquilleo constante se esparce por mi lengua y pies, y me gusta. En ese preciso momento entendí porqué a la gente le gustaba el alcohol.

-Mierda estás tan ebria- Harry ríe con ganas.

-Estamos- corregí, riendo más fuerte.

Harry se ha librado de su camiseta y mis ojos son capturados por los tatuajes que decoran su torso. También, su línea V me llamó la atención y el me pilla contemplándolo a medida que se acerca con dos vasitos conteniendo un líquido rojo. El mini bar parecía estar dotado con todo tipo de alcohol...BAM parece que me había sacado la lotería.

-Bien. Esto- me indicó los vasos- no se que mierda es, pero hay que probarlo.

Lamió sus labios y eso me atrae hasta el punto de caminar hacia el, sentándome en su regazo. Harry parecióconfundido al principio y yo le doy una pequeña sonrisa. Luego, me da un vaso y me apega más hacia el lo que causa que un poco del líquido caiga sobre mi pecho. Carcajeé cuando el lame la zona, dejando la piel limpia y hormigante.

-Beber contigo ha sido una mala idea- balbuceé, acostándome en el colchón. 

-Las malas ideas siempre terminan siendo las mejores.

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-Bárbara- susurró a mi lado una de las damas de honor.