Capítulo 4> Anomalías.

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—¡¿QUÉ DEMONIOS ES ESO?! —grito un Luke bastante agitado mientras nos adentrabamos a una pequeña cueva.
—Son anomalías—explique mientras Zack me ayudaba a cerrar la cueva con una roca.—De vez en cuando mi madre protegía la casa, el cielo se tornaba de un color violeta provocando infinidad de rayos que bien pueden matarte o afectarte.
—¿Afectarte como? —pregunto Zack sentado al lado de Luke.
—En algunos animales a provocado mutaciones o deformaciones—explique mientras escuchaba como rayos caían a la tierra y haciendo que de la cueva cayera un poco de tierra.
—Pero.. —ahora era Luke el que hablaba—¿Por qué nadie en el pueblo sabe de esto?
—Son cosas que suceden solo en el bosque—explique sin más.—Deberían temer del bosque, no es tan inofensivo como parece.
—Creeme que ahora nos damos cuenta—Luke revisaba su mochila hasta que saco una pequeña linterna—Oh si que es pequeño este lugar.
—Pareciera que alguien más estuvo aqui—Zack señalo con su linterna a una esquina donde había restos de una fogata y algunas hojas secas.
—Algún animal seguramente—fue lo primero que pensé—sera mejor que utilicemos esas hojas para dormir.
—¿Dormir? —Luke parecía desconcertado y algo ¿asustado? No se pero me recordaba a un bebé cuando extraña a su mamá.
—No creo que la anomalía termine hasta el amanecer—agarre una de las hojas que había en la esquina y la acomode en el piso para acostarme usando mi mochila como almohada —además será mejor recuperar fuerzas para mañana, créanme que después de esto se puede esperar de todo allá fuera.
—Te creo—dijo Zack mientras hacia lo mismo que hice minutos atrás— Cristal.. —dijo ya acostado—¿Cómo es que nadie en el pueblo sabe sobre esto?
—Tengo curiosidad—Luke habló enseguida— Las personas no suelen hablar sobre el bosque y jamás se ha escuchado algo malo tampoco.
—Según lo que mi madre me había dicho esto viene desde hace siglos atrás—comencé a contarles la misteriosa historia del bosque de  Prince Town— una vez existió una pareja de jóvenes que se amaban locamente—palabras de mi madre no mías—Y decidieron vivir juntos aquí en el bosque, pero nadie aprobaba su relación, decían que el hombre era pariente del diablo y que la mujer trabajaba con magia oscura.

»Las personas le suelen temer a lo desconocido por lo que siempre que los veían, los despreciaban, solían lanzarles cosas e insultar los, pero nunca se vio que alguno de los dos tomara acción por sus actos.

Al contrario, nunca cruzaban palabras con los del pueblo y se mantenían alejados para que la mujer no sufriera daños, pues se enteraron que estaba embarazada.

Las personas del pueblo se enteraron de este embarazo y una vez trataron de entrar al bosque a matar a la mujer, porque creyeron que su embarazo era un peligro para ellos, pero no pudieron hacer nada.

—¿Por qué? —Luke estaba muy curioso y atento a la historia.
—Como les digo, según mi madre, una vez que un grupo de 20 personas se adentraba al bosque una fuerza sobre humana empezó a asesinar a uno por uno, era como si el equilibrio entre el bien y el mal se hubiera roto y predominará el mal.

Después de esa noche y con la masacre de cadáveres, las personas del pueblo no volvieron a entrar y le temen al bosque, también borraron todo acerca de el, para que el pueblo continúe teniendo visitas.

—¿Qué paso con la pareja? —pregunto Zack.
—La verdad es que no lo se, siempre que se lo preguntaba a mi madre me cambiaba de tema—y era la verdad, siempre me ezquibaba el tema y terminaba mandando me a mi habitación.
—Es increíble—se escuchaba la respiración tranquila de Luke— estaba asustado y ya se durmió.
—Déjalo y deberías hacer lo mismo, mañana nos espera un largo día y créeme, ni yo se que esperar al amanecer.

Al despertar la cueva estaba iluminada por algunos rayos solares.
La iluminación era suficiente para ver a Luke abrazando los pies de Zack, era una escena muy graciosa.

Deje que ellos descansarán un poco más y salí para ver que tan grande había sido el desastre.

A fueras de la cueva me encontré con la sorpresa de que no había desastre, todo se escuchaba relativamente tranquilo, podía escuchar mi propia respiración, como si los pocos animales que habitan el lugar se hubieran marchado.

Recorrí un poco dejando rastro para poder regresar y avanzaba sin rumbo alguno dejándome llevar por el sonido del agua cayendo.

Me acerque pudiendo ver un poco de la cascada entre los árboles y cuando estuve frente a ella, pegue un gritito de la impresión.

¡LOS PECES ESTABAN MUERTOS!  ¡TODOS! 
Jamás había sucedido algo así, supe desde ese momento que si el equilibrio entre el bien y el mal se había roto, desde ahora sólo reinaba el mal sin posibilidad de recuperar el bien.

Algo no andaba bien, y el hecho de que no tuviera pistas de mi madre o de la bestia que se la llevó me hacia pensar lo peor.

Regrese a la cueva donde se encontraba despierto Zack.

—¿A dónde fuiste?
—Quise ver los destrozos de las anomalías—explique sin más.
—Y...—se sentó en el suelo—¿Qué viste?¿Qué tan grave es?
—Es peor de lo que imaginé—y así era jamás en mi corta vida había visto tantos peces muertos—tenemos que levantar a Luke ahora—lo mire directo en los ojos—¡ahora!
—Entendido—se apresuro a levantar a Luke.
—¿Que demonios pasa?—dijo mientras se restriega los ojos para adaptarse a la poca luz de la cueva—¿A caso es el fin del mundo?
—Parecido, suponiendo las cosas que andan por allá fuera—dijo Zack terminando de arreglar su mochila.
—Tenemos que regresar a la cabaña y prepararnos mejor, las cosas que tenemos no son de mucha ayuda.
—Ella tiene razón, debemos ir al pueblo y buscar algún archivo que nos pueda servir.
—¿Ok?—Luke se puso de pie—¿Me están diciendo que tenemos que regresar por el mismo camino de donde vinimos y correr el riesgo de que alguna de esas cosas se nos presente e intente asesinar nos?
—Se que suena como una locura pero es la única opción que tenemos, en realidad no podemos hacer mucho sin información, estaríamos andando a ciegas sin saber a que nos enfrentamos y a pesar de que la mayor parte de mi vida haya crecido en este bosque, tenía prohibido ir más allá de mi cabaña.
—Eso quiere decir que tenemos que encontrar respuestas si o si—Luke se miraba muy serio—nos vamos ahora mismo.

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