¿MIEDO DE MI PROFESOR? ((KTH)) +18

Capítulo 12

— rezaba, rezaba y rezaba con todo mi ser para que éste chico no se acercara más y finalmente me encontrara, pero creo que después de todo, no me sirvió de nada. Sentí un brazo agarrarme con fuerza y de la misma taparme la boca pegándome a la pared —

Aquí estás.. — susurró en mi oído, me retorcí tratando de que me soltase que obviamente también era en vano — joder, no te imaginas que ganas tengo de matar a tu hermano.. — volvió a susurrar en mi oído y apretó más su agarre en mi —

MMMMMMM!!!! — intenté gritar cuando escuché eso, seguidamente salieron unos sollozos ahogados por su mano que los contenía —

Suéltala, Kim — vi a Jungkook, tras el tal Kim.. sangrando. Caí de rodillas, yo no quería que nada de esto pasara, me estaba agobiando y me sentía muy mal —

— Kim sonrió —

Pero me cagó en la virgen, ¡suéltala, joder! — escuché a mi hermano gritar con la poca fuerza que tenía, seguidamente escuché un disparo que hizo que las manos del chico me soltaran. Por un momento cerré los ojos asustada, al segundo sentí otro agarre en mi muñeca, tirando de ésta para que corriese — ¡venga, venga muévete!

— era jungkook —

¿¡Q-qué fue eso?! — aún estaba asustada, Mía ojos estaban acuosos y corría, corría a la vez de Jungkook hasta que salimos de ese instituto —

Una vez en casa, 20 minutos después

— apenas hablaba, estaba tratando de procesar todo lo que ocurrió —

Lia.. por favor háblame — le escuchaba, pero solo me limitaba a hacer eso. Ni siquiera le miraba, solo miraba al piso —
Lia... — suspiró —

— levante la cabeza, mirándole —

¡Podías haberme matado! — sin controlar mis movimientos y pensamientos, le pegué una cachetada que hizo que girase la cara —

¡Solo lo hice para salvarte! — me grito de vuelta que hizo que me estremeciese, no me esperaba que me gritara —

¡Estabas muy mal, podías haberme disparado a mi, estábamos muy cerca, Jungkook! — alcé aún más mi tono de voz —

¿¡Pero como iba a haberte matado?! ¡Te he salvado el puto culo, joder! — se acercó a mi cara chillando más —

¡No vuelvas a acercarte a mi con una maldita pistola en la mano! — le chillé por última vez —

¡Si no lo hago para cuidarte tu puto culo inútil moriría! — me soltó de repente, abrió sus ojos cuando se dio cuenta de lo que dijo — Lia, para yo no quería decir es-

¿Osea que eso es lo que piensas sobre mi? — asentía para mi misma, incrédula, sin creer como te referiste hacia mi — Wow

Lia.. no, sabes que te quiero y jamás-

Cállate, cállate y déjame en paz — sentía mis ojos volver a ponerse llorosos, odiaba ser una llorica por todo pero era algo inevitable para mi — no sé cómo pude confiar en ti en primer lugar

— sentía la mirada de Jungkook fíjamente en mi, podía sentir que el también estaba por llorar —

Vamos Lia... no digas eso... — susurró y vi como intentó acercarse a mi, pero rápidamente se lo impedí alejándome —

No te acerques

Por favor... — su voz se quebró — sabes que jamas haría algo para dañarte, todo lo que te dije aquel día en la casa de esas personas era cierto, ES cierto. No me apartes por esto Lia, eres la única familia que me queda, no puedo imaginarme que tú me dejes ahora, por favor

— le miré, y me miró, los dos estábamos a punto de llorar —

No me apartes... Lia, te quiero

Cállate.. cállate.. — mi voz se rompía también, en menos de 3 segundos estaba abrazándole tan fuerte, tan fuerte que creía que lo dejaría sin aire —

Dios, Lia.. — noté que el me respondió de la misma manera, me abrazaba fuerte, escuché por su parte un par de sollozos — jamás he sentido tanto miedo de perderte

Tengo miedo, tengo mucho miedo — le dije, teniendo mi cabeza en su pecho —

Jamás, escúchame Lia — hizo que le mirara, tomándome del mentón y subiéndomelo levemente hasta mirarle a los ojos — mientras tú estés conmigo, juro por ti que nadie en esta tierra te hará daño

— asentí lentamente, sin apartar la mirada —

Te quiero Jungkook, pero por favor no vuelvas a hacer lo que hiciste hoy. Realmente me asustaste.. me asustaste mucho

Te lo prometo, nunca mas lo haré cuando tú estés presente — aun seguíamos mirándonos —