Blood.

Prologo.

  -Es momento de que te marches.

-¿A que te refieres?

Comenzó a caminar.

-Estarás bien allá.

Continuó su camino y se alejo de mí desapareciendo por el largo pasillo. Los escalofríos recorren mi espina dorsal, últimamente siempre ha pasado.

Algo no anda bien, tener contemplado regresar a mi país natal es complicado, sobre todo ir sola.

🍂🍂🍂🍂

-Cuando ella cumpla los diecisiete años tendrá que irse.

-Es muy rápido para que regrese!

-Es más dela mitad de su edad, el límite es cuando tenga quince años, ¿Prefieres que esto se haga de acuerdo a las reglas?

-Ministro, es mucho más difícil...

-Se que es complicado para ti, pero el destino de esa niña ya está escrito.

-Mi hija...

-Esa niña... -el ministro decidió rehusarse a terminar esa frase.

-En el mejor de los casos solo eres su padre temporal, protégela, has que aprenda a defenderse y que sea apta para servir en el futuro. Deja que todo vaya como lo acordamos.

Al abrir la gran puerta de madera, los dos hombres escuchan la risa de una pequeña y dulce niña jugando detrás de un arbusto.

El señor Shin siente algunas lágrimas mojar sus mejillas, al ver a esa niña.
A su pequeña niña.

Espero que les guste. -V.