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Decir que no me avergonzaba esta situación tan bochornosa seria mentira, nunca imagine terminar de esta forma, lo único en lo que podía pensar eran en que jodidas cosas estarían pasando por la cabeza de mi madre que lo único que hacia era verme con la boca abierta sin formular ninguna oración.

-se que estas algo desconcertada y créeme que yo también pero solo quiero pedirte un favor, podrías desatarme, tengo ganas de orinar y no creo que quieras presenciar como lo hago en la cama- no se ni siquiera de donde me salio el valor para hablar, supongo que mis necesidades fisiológicas podían más en ese momento.

-cla-ro- tartamudeo mientras se acercaba a la cabecera de la cama y desataba los nudos que ataban mis muñecas.

En cuanto estas estuvieron desatadas me intente sentar recostándome al instante por el dolor de mi espalda baja,quería llorar, mi madre se dio cuenta y me ofreció su ayuda para levantarme extendiendo su mano, observándola por un momento negué con la cabeza. Ya era de por si penosa la situación, como para que mi madre me ayudara después de haber pasado la noche con un extraño que ni siquiera tuvo la decencia de desatarme o ponerme algo encima.

Me arme de valor sentándome y levantándome con la poca dignidad que me quedaba , mis piernas temblaban, debió de ser una escena graciosa me imaginaba como Bambi cuando estaba aprendiendo a caminar. Al llegar al baño y por fin haber orinado observe mi cuerpo en el espejo dándome cuenta de que tenia varias marcas de lo que parecían latigazos o que iré a saber yo. Como era posible que tuviese eso pero no me doliera o recordara como paso.

Despacio salí del baño con una toalla amarrada en la cadera, me sorprendí al escuchar que mi madre estaba cocinando algo. Al llegar a esta ya cambiado me observo y por como lo hacia sabia que tendría una charla larga y tediosa con ella.

-Siéntate el desayuno ya esta listo- solo asentí y me senté quedando frente a ella.

-!No recordaba que tu vendrías hoy de visita, de haber sabido hubiese pasado por ti a la estación¡-intente sonar tranquilo lo cual no resulto muy bien.

-me di cuenta cuando te encontré desnudo amarrado a la cama-menciono mientras sorbía su café- !quieres explicarme en que carajos me equivoque, por lo que yo recuerdo nunca te enseñe a ser un jodido masoquista¡- soltó molesta lo ultimo, nunca la había visto tan enojada.

-No es lo que crees, yo no soy así-intente escudarme de su mirada bajando la mía centrándola en mi desayuno- y-o yo fui con unos amigos a un antro y se me pasaron las copas, un chico me invito a bailar y una cosa llevo a otra, cuando desperté estaba como tu me encontraste- en realidad si me acordaba de algunos detalles, pero dudaba mucho que a ella le apeteciera escuchar que a su hijo se la metieron mas de uno esa noche y que el ultimo que lo hizo era un enfermo pero que tenia una gran pene.

-te di la confianza de vivir solo cuando nos mudamos tu padre y yo, para estas cosas fue por las que me rogaste que te dejara aquí-  no se como pero sonaba aun mas molesta que antes, me sobresalte un poco por su tono- me dijiste que querías quedarte aquí solo para poder graduarte con tus amigos no para estar follando con cualquier persona que te habla bonito- debía admitir que eso ultimo si me había dolido, ya que hasta esa noche yo era aun virgen y solo lo hice por que estaba demasiado ebrio.

-te pido que me perdones, te juro que esto no va a volver a pasar jamas- dije entre lagrimas.

-Claro que esto no va a volver a pasar!- se levanto y fue por su bolso- iras  con un psicólogo para que te ayude con esos fetiches tuyos- tomo su celular y comenzó a marcar.

Limpie mis lagrimas y me dirigí a la habitación, busque mi celular encontrándolo debajo de la cama, observe la pantalla encontrándome con muchos mensajes de mis amigos.

-Dios esto no es cierto- uno de mis amigo había grabado como me besaba con un chico alto, este paresia querer comerme, lo que mas me sorprendió fue que yo no ponía resistencia paresia que lo disfrutaba.

-hice cita con un terapeuta, el miércoles después de clases tienes que ir con el, te pasare su dirección por mensaje- me dio un sobre con dinero- espero que asistas si quieres seguir aquí y que no le mencione nada a tu padre. 

Logro asentir, ella se acerca y deposita un beso en mi mejilla, para después salir del departamento."valla forma de dejar de ser puro" pensé mientras recuerdos llegaban como baldes de agua fría.

"Cariño tu culo es tan hermoso quisiera poder estar dentro de ti todo el tiempo" 

Esa voz tan sensual hacia que mis vellos se enchinaran, mi teléfono sonando es lo que logro sacarme de ese trance en el que estaba. 

-Que no planeas llegar al trabajo- su mejor amigo sonaba algo burlesco- o es que acaso no puedes levantarte de la cama- esto ultimo se escucho algo cortado por la risa que soltó después.

-que gracioso, cuando llegue te aseguro que te pateare el culo!- dije molesto  

-si es que puedes  levantar las piernas- volvió a sonar una carcajada 

No logre contestar por que este colgó, tenia que alistarme rápido y pensar en una buena excusa si no quería ser regañado una vez mas. Cuando baje por mis zapatos me percate que se encontraba una bolsa negra debajo de la cama, al abrirla quedo algo curioso por que eso no era mio, unas navajas, cuerdas de cuero, y mas cosas las cuales no sabia ni como funcionaban se encontraban en esta.

Al parecer mi invitado nocturno realmente si era un enfermo 

AutoasesinofiliaWhere stories live. Discover now