"Nuevas personas"

6 1 0
                                    

Jungkook; al día siguiente, despertó en algún lugar del parque, miraba como otros lo arrastraban hasta su casa.

—¿Cómo es posible que puedas pesar tanto así? —Dijo Yugyeom con fastidio.

Cuando por fin llegaron y lo dejaron en su cama, desaparecieron rápidamente de allí, dejando al chico totalmente confundido; quién sólo decidió seguir durmiendo.






                             [...]

Por otro lado; TaeHyung después de haberse alistado por completo ahora se encontraba tomando el autobús, dispuesto a ir; su primer día de trabajo.

—Si lo conozco mejor, será más amable... ¿no? —Preguntó para si mismo.

Al llegar a ese gigante y apreciado edificio, con algo de temblor en sus piernas se dirigió donde correspondía su puesto; acomodó sus cosas y espero a que llegase... Sí, aquél apuesto y terriblemente presumido de superior que tenía, cuyo nombre era Byun Baek-hyun.

—Buenos días, Kim. —Dijo su superior, con una leve sonrisa.

—Buenos días, señor Baek-hyun... Prometo dar todo de mí, no lo defraudaré. —Sin ninguna expresión logró decirlo, algo que se volvía muy común.

Y así fué como empezó, siendo lo más rápido posible cuando éste le pedía imprimir informes o traerle simplemente un café, quería dejar a satisfecho a Baek-hyun con el desempeño que dejaba. Cuando le dieron un descanso de 5 minutos, se dirigió a la cafetería y decidió sentarse junto a la ventana para apreciar el hermoso cielo.

—Estás perdido, pareces interesante...
—Soltó una fina risa aquella mujer.

—Buenos días, soy nuevo; Kim TaeHyung. —Dijo sin despegar su vista del cielo.

—Oh, cierto. Me llamo Kwon Min-ah; dime "Mina" por favor. —Sonrió ampliamente.

Pasaron los 5 minutos de descanso y con algo de apuro TaeHyung volvió a su lugar de trabajo, decidido a que más tarde querría cenar con vista aún al cielo; hablaba de ir a un restaurante.










Cuando su alarma sonó, lo primero que se escuchó por parte de Jungkook fué un lloriqueo.

—¡Maldita sea, porque me obligan a esto! —Sin más nada que decir después de haberse duchado éste salió.

Yugyeom había dicho que un trabajo allí no haría para nada mal, ambos eran ahora meseros del "ridículo" restaurante que se llenaba siempre para la mala suerte de él. Llegando ya, quedó junto a su amigo esperando empiecen a atender; con algo de pereza y frustración decidió dormir un rato.

—¡Hey! No puedes dormir aquí, aguanta Jeon. —Dijo Yugyeom entre risas.

—Cállate y fíjate que no me vean, es sólo un rato... —Se levantó rápidamente cuando escuchó que venían ya las irritantes personas, para tener una buena cena.

Se mantuvo con pereza todo aquél tiempo, hasta que logró visualizar a quien lo tenía últimamente confundido; éste sin pensarlo soltó una pequeña risa ya que se veía solo, sin más que esperar lo atendió.

—Buenas noches, ¿que le puedo servir? —Notó al chico completamente sumiso en sus pensamientos, tosió levemente.

—Lo lamen... ¿Trabajas aquí? —TaeHyung con algo de confusión observó todo el lugar.

Y así pasaron su noche, TaeHyung cenando algo melancólico mientras no dejaba de admirar el cielo, y Jungkook observando desde lejos a ese perdido chico. Después de que hayan pasado una o dos horas el castaño decidió irse, dejando a Jungkook confuso ya que había desaparecido de un momento a otro.






Aquella Dalia se veía tan bonita, de alguna u otra manera lograba cambiar su ánimo a uno positivo; así que pensaba que lo haría también con su hermano... Arrancó una de ellas y salió disparatado porque lo descubrieron e maldicieron, en el camino a casa lograba ver a una que otra familia compartir sonrisas, éste agachó la cabeza y suspiró.

Te debes sentir muy mal por esto hermano...

El concepto que tenía de su "mayor ídolo" era alguien fuerte y decidido, logrando contagiar sonrisas a las personas que tenía en su alrededor, no sabía como ni por qué; siempre lograba reparar a los demás. Nunca pudo verlo débil o decidido a sólo rendirse, era un gran ejemplo a seguir... Sin embargo; había veces en que ni siquiera lo veía, porque vivía encerrado largas semanas en su habitación, a veces se escuchaban gritos que eran apenas escuchados, y silencios que hablaban por el.

Cuando estés mejor, podrás volver a confiar en mi.

No era así, lo peor que hubiese deseado es que por el simple hecho de entregarle aquella flor; horas después se escuchaban gritos desesperados, y objetos al azar derrumbarse contra la puerta. En pocas palabras, se había dado por vencido, estaba por derrumbarse...

Observaba totalmente inmóvil las flores bonitas quese encontraban frente suyo, lágrimas salvajemente fueron recorriendo su mejilla, y poco a poco más recuerdos lo atormentaban, quién diría que una simple flor marcaría malos momentos en su vida; quedando sin poder respirar cuando la indefensa palabra seguía rondando en su mente, monstruo... Pasaron un par de segundos cuando sintió todo dentro y fuera de el derrumbarse, logrando caer sobre la banca e chocando su cabeza contra esta, se desmayó.

Ni con la mayor risa que le entregarán podría hacer que el se olvidara de todo, ni por un momento; podía volver a sonreír como antes... Ya no era feliz.



















Tercer capítulo uwu ¡espero lo disfruten! Nos leemos luego.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 23, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Sincera sonrisa ❄TaeKook❄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora