Capítulo Cuatro.

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Intenté tragarla y luego tosí cuando lo logré, medio asfixiada aún. Emily apareció de pronto a mi lado, mientras la puerta de la entrada estaba ya cerrada.

-____, ¿estás bien?-me preguntó, pero la tos seca que salía de mi garganta me impedía hablar-. Te daré un poco de agua, espera-corrió hacía la llave y tomó un vaso, llenándolo rápidamente con el líquido que salía del grifo.

Se acercó a mí y me extendió el vaso, yo tomé del agua, esperando que aquel ardor en la garganta desapareciera y la tos se fuera también.

-¿Mejor?-inquirió.

-Sí-dejé el vaso sobre pretil de la cocina-, gracias.

-Eso te pasa por atragantarte de comida, bestia-bromeó.

Reí ante el apodo que desde hace años llevábamos diciéndonos.

-Bueno, eso me pasa porque me hiciste venir desde el otro continente sin comer-refuté, riendo.

Emily se sentó a mi lado y me arrebató la galleta para terminarla de comer ella.

-¡Oye!

-Hay pizza en el refrigerador, creo que eso podría llenarte más que una galleta-dijo.

-Tengo más sueño que hambre, así que mejor mañana me llevas a desayunar-sonreí-Oye, Emily...-vacilé y me dediqué a juguetear con los dedos de mi mano- Jong Dae es... ¿tu novio?

-Y lo que más amo-afirmó.

-¿Y por qué no me lo había contado, señorita?-me hice la indignada.

-Porque... llevo un mes saliendo con él.

-¿Un mes? ¡Nuestra última llamada fue ayer!-le recalqué.

Ella se encogió de hombros en su lugar.

-Bueno, bueno, quería darte la sorpresa.

-Pues, lo lograste. Pensé que después de lo de Enrique tú ya no...-me quedé a la mitad de la frase, pero ella me entendió.

-Sí, yo también lo pensé. Si no, no hubiera huido del país como cobardemente lo hice-sonrió-. Pero conocí a Jong Dae y... lo amo.

-¿De verdad? Hace un mes que salen, qué tanto lo puedes conocer-musité.

-Lo suficiente. ____ -me miró seria-, pensé que estarías contenta por mí.

-¡Lo estoy!-y lo estaba de verdad, pero algo se removía dentro de mí, algo que me hacía estar confundida. Ese tipo de confusión cuando no te explicas, porque las cosas avanzan tan rápido y cambian de un día para otro-. Estoy feliz de que hayas seguido adelante con tu vida, me pones el ejemplo-admití.

-¿Qué quieres decir con que te pongo el ejemplo? ¿Sigues enamorada de Max?-saltó hacía atrás mirándome con los ojos como platos.

-¡Para nada! Eso ya pasó, a lo que me refiero es que, no te quedas estancada en un pasado; como yo con el accidente de mis padres.

-Oh, ____, eso fue hace ya tres años, ahora eres una fotógrafa profesional de veintidós y tienes mucho que sacar de esa vida que llevas-me pasó el brazo por los hombros-. Pero ahora no hablemos de temas tristes, mejor dime, ¿has conocido a alguien especial?

Sonreí ante su curiosidad y su enorme sonrisa indagante. Pero a la mente se me vino el nombre de Jong Dae, como una oleada del viento, rápida y fugaz.

-Qué cosa más extraña...

-¿Qué? ¿A quién conociste?-me di cuenta entonces de que lo había pronunciado en voz alta, o suficientemente fuerte como para que Emily me oyera.

-¿Eh? Ah...-tartamudeé.

Manual De Lo Prohibido [Chen y Tú] (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora