Ambos los miramos con los ojos abiertos de par en par.
-JongDae, ¿recuerdas lo que te dije acerca de la privacidad de las personas?-inquirí.
-¿Es el primer día que se conocen y ya tiene secretos entre ambos?-preguntó, queriendo sonar divertido, pero pude identificar en su voz algún tono amargo muy bien escondido.
-¡¡Uuuyy!!-bromeó Emily, atada de la cintura de JongDae. La fierecilla refunfuñó palabras ininteligibles.
Miré a MinSeok, quién mantenía su mirada fugaz, primero mirando el piso, luego a mí, después a Emily y por último a JongDae, para después volver al piso. Imaginé que estaba ideando alguna forma de salir del embrollo.
-¿Sabes Emily?-dije, como si nada- Creo que invitaré a salir a MinSeok-solté, no muy segura de lo que estaba haciendo; pero si algo había que distrajera a Emily de emparejarme con MinSeok, era emparejarme con alguien más.
Funcionó, la mirada de todos se posó sobre mí. La de MinSeok, agradecida por haber cambiado de tema; la de Emily, resplandeciendo de emoción; y la de Jong Dae, sería, rara.
-¿En serio?-gritó de emoción.
-Sí, la verdad es que es un chico muy agradable y muy lindo además-dije, al fin y al cabo eso sí era verdad.
-¿Y cuándo?-se soltó de la cintura de JongDae y ató su brazo al mío, haciéndome caminar y separándome de MinSeok. Ellos nos siguieron muy de cerca.
-No lo sé, mañana quizá-me encogí de hombros, indiferente.
-¿Entonces te gusta MinSeok?-preguntó y miré por la colilla del ojo a JongDae, quien iba un paso atrás de nosotras junto con MinSeok; repentinamente atento, de nuevo.
¿Qué iba a decir? si decía que sí, Emily especularía bastante hasta llegar a los planes de boda, era capaz; si decía que no, entonces no concordaría en nada con lo que yo había dicho antes, y quedaría como... una tonta.
-Pues... emm...-tartamudeé.
-¡Chicos miren eso!-interrumpió MinSeok, señalando hacía una bicicleta doble- ¡Quiero subir!
-¡Yo también!-dijo Emily.
-¿Qué dicen, chicos?-preguntó MinSeok.
-Emm... bueno, yo... paso-musité, no tenía muchos ánimos de andar en bicicleta.
-Yo también-dijo JongDae, con las manos en los bolsillos-. Vayan ustedes, nosotros los esperamos.
Capté la situación entonces, JongDae y yo, solos de nuevo. La fierecilla brincó de alegría, y su grito era completamente entendible: ¡Sí, sí, sí, sí!
-¿Quieres ir, Emily?-preguntó MinSeok.
-Sí, hace mucho que no me subo a una, pero quiero que JongDae y ______ vengan también.
-Perdóname, de verás, yo paso. Puedes ir tú, Jong Dae-dije al interpelado-. No se preocupen por mí, yo los espero.
-No, vayan ustedes-dijo él-. Esperaremos aquí-sonrió y besó la frente de Emily.
-Aguafiestas-se quejó Emily, pero igual se alejó junto con MinSeok.
Pero antes, MinSeok me miró y me guiñó un ojo disimuladamente, entonces caí en la cuenta de que había hecho lo mismo que yo había hecho antes con él; sacarme de una situación incómoda. Cuando se perdieron entre la multitud, me giré a mirar a JongDae.
-¿Por qué no fuiste?-pregunté. Se encogió de hombros.
-me gusta más estar en tierra-dijo.
-Ya somos dos.
Nos sentamos en una de las bancas, sintiendo cómo el aire movía mis cabellos.
-¿De qué hablaban MinSeok y tú?-preguntó, como quien no quiere la cosa. Me solté a reír.
-Ya recordé que eres curioso-musité.
-Qué bueno que lo sabes, así que dime ahora-quiso sonreír.
-No, no te voy a decir. Eso es entre tu hermano y yo-no sabía porqué, pero la fierecilla se sentía demasiado bien provocando celos en JongDae, o al menos, creyendo que lo hacía.
-Me voy a enterar, ya verás-amenazó y luego sonrió.
-Ya veremos-reí.
-¿Quieres un helado?-preguntó.
-¿Intentas sobornarme con helado?-el rió.
-¿Puedo?
-Lo siento, no-negué con la cabeza, divertida.
-Bueno, entonces te lo invito, ¿quieres? -le miré, entrecerrando mis ojos en él.
-Sin mañas-alzó las manos.
-Está bien.
Nos paramos y nos dirigimos a la pequeña heladería que estaba enfrente.
-¿De qué lo quieres?-me preguntó.
-Chocolate.
Me sonrió y luego se dirigió hacía el chico rizado detrás del mostrador.
El chico y se dio la vuelta, tomando dos copas y depositando en ellas dos bolas grandes de helado de chocolate en cada una.
Le colocó chispas de colores arriba y luego nos lo entregó. Yo le agradecí con una sonrisa. JongDae le pagó al chico y éste se dio la vuelta de nuevo para tomar el cambio.
- gwiyeoun keopeul -dijo él, cuando le devolvió el cambio a JongDae y luego me sonrió. Jong Dae rió y guardó su cambio en el bolsillo trasero de su pantalón.
-Gamsahamnida -musitó.
Me sentí tonta, definitivamente tenía que aprender coreano. Cuando salimos del establecimiento me mordí el labio inferior, indecisa de preguntarle a JongDae, qué era lo que había dicho el chico.
-¿Está rico?-me preguntó él, con esa sonrisa burlona en su rostro.
-¿Eh? Sí-dije.
-Ni siquiera lo has probado-observó y luego comenzó a reír. Qué torpe.
-Ah, sí, cierto-reí, sintiéndome tonta-. Oye, ¿qué dijo el chico cuando te devolvió el cambio?-pregunté, tratando de no verme curiosa. El rió.
-¿Por qué quieres saber?
-Es bueno recopilar palabras en coreano para aprenderlo-qué excusa tan tonta. Rió por lo bajo.
-Bueno, te digo si me dices lo de MinSeok-negoció.
-Olvídalo-me negué.
-Eres dura-rió.
-Sí, y tú muy curioso. Así que olvídalo.
-Está bien. Ya veremos quién sede primero-especuló, divertido.
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Manual De Lo Prohibido [Chen y Tú] (Adaptada)
FanfictionFalso y pérfido eran sinónimos de mi nombre. De todos los papeles que pude protagonizar, era dueña del único que todo el mundo en mi situación, rechazaría. Lo peor era que esta no era una obra de teatro, cuyo objetivo es sólo representar, actuar y f...