ーEɴ ᴜɴᴀ ᴄɪᴛᴀ

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Brasil estaba emocionado, alegre, feliz, de todo un poco. No sabía como vestirse, muy formal, muy normal, no sabía qué hacer, que ponerse. Al final, este opto por ponerse un buzo negro con unos jeans azules y unas zapatillas rojas con blanco. Este suspiró, ojalá salga todo bien y como lo tenía planeado. Tomo fuerzas y fue a buscar a su amado, él cual también estaba muy nervioso. Unos minutos después, el brasilero por fin llego a la casa del opuesto, quien estaba esperando afuera sentado en un banco. Brasil se le quedo mirando, llevaba una remera negra, una chaqueta de jean, pantalones cagados color gris y unas zapatillas negras. Él mayor se sonrojó, y en cuando el menor noto la presencia del otro, también se sonrojó y se paro, conectando miradas los dos. ーT-te ves muy lindo...ーDijo el más alto, mientras sonreía. Él argentino le devolvió la sonrisa. ーTú tampoco te ves nada mal~...ーDijo coqueto, acercándose más al brasilero, mientras que el mencionado estaba callado y como un tomate. ー¿Já vamos?ーDijo este, tratando de cambiar de tema. Argentina acepto y fueron caminando hacía el restaurante.

Mientras iban hablando, se veían tan lindos juntos que personas en la calle gritaban: "!Que linda pareja!" o "¡Son tan lindos!". Estos dos estaban sonrojados en todo el camino, pero intentaban evitar esos comentarios. Ya, cuando habían llegado, el brasilero pidió una mesa y se sentaron. Estos dos seguían hablando como si nada, la verdad es que se veían muy entretenidos. En cuanto llego él mozo, pidieron su orden. Solo que, este se acerco a decirle algo a Argentina al oído, y el brasilero noto eso. Se puso celoso. Pero, obviamente, no haría que se note así por que sí.

Estos dos seguían hablando de cualquier cosa, se divertían y reían juntos. Para ellos, fue una de las mejores citas que pudieron haber tenido, y que tendrán. Se sentía al máximo la conexión que tenían estos dos, y lo estaban disfrutando. Cuando ya llegaron los pedidos, empezaron a comer, tranquilos y sin intención de apurarse, es más, querían que sea infinito ese momento. Él argentino, de tan bruto que es al comer a veces, se mancho la cara con un poco de la comida, él brasilero noto eso y río un poco. Con su dedo, limpió las manchas que habían quedado de comida en este, haciendo sonrojar al opuesto. ー¡S-sos un boludo! N-no soy un bebé para que me andes limpiando.ーSe cruzó de brazo haciendo puchero, mientras el brasilero pensaba que este se veía demasiado adorable haciendo ese tipo de cosas. Pero, sino quería un golpe en medio de la cabeza, mejor se callaba.

Pasaron 2 horas, y lamentablemente el restaurante ya había cerrado, y se tuvieron que ir, creo que hasta al mozo le dio pena sacarlos, se veían tan entretenidos. ーJeje... gracias, este día fue genial.ーSonrió el argentino, una sonrisa tierna y cálida. Él brasilero soltó su típica risa y se rasco la nuca sonrojado. Argentina no aguanto más y lo abrazo, y después de aquel acto salió corriendo, Brasil amo ese abrazo, y quería más. Pero, no hoy, así que mejor se fue a su casa a descansar y a pensar lo maravilloso que lo había pasado con el argentino. Al final, no todo fue tan malo. 

                                                                                         ーEɴ ᴜɴᴀ ᴄɪᴛᴀ

ー30 Días de Otp𐌣ArgBraWhere stories live. Discover now