Cuando volvamos a vernos.

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Sosiego, Calma, Tranquilidad, sentimientos a flor de piel, ansia por llegar ya no existe el miedo solo deseo de alcanzar lo inevitable. Toda la vida creyendo ir por buen camino y a la hora de la verdad, todos llegamos al mismo camino. Ya no importa nada, la gente dejada atrás al partir va desapareciendo como el resplandor de la ciudad cuando te alejas de ella. Solo eres capaz de ver la luz, mucha luz, brillante, cegadora y con capacidad de nublar hasta los pensamientos que más deseas conservar. Al fondo del camino se oyen llantos, profundos, que delatan un tremendo dolor árido, seco capaz de eliminar hasta la última gota de esperanza. Una voz que pide explicaciones, una voz conocida aunque no suele recordarse, los recuerdos luchan por quedarse y suplican a gritos algo inentendible. Se oyen llantos y más llantos que taladran la mente y suplican que luches, que des todo de ti, que todavía queda mucho camino por recorrer y que aún hay tiempo para cumplir todos esos sueños que tienes. Pero aun así solo ves luz, cálida que susurra tu nombre y te incita a recorrer el camino final, comienzas a prestar atención a todo lo que te rodea, te encuentras en un jardín lleno de flores preciosas que comentan a tu alrededor, hazañas de héroes de antaño mientras miran con esa característica mirada que recuerda a los niños cuando quieren conseguir algo y lo desean con ansia. Es un paisaje precioso que se asemeja al atardecer más bonito que puedas imaginar que alberga numerosos lagos cristalinos contemplas tu reflejo en uno de ellos, se oye una voz cálida que suena alrededor del lago y que incita a que la sigas, la luz cada vez está más cerca aún mantiene ese tono cegador y brillante que consigue que sea imposible apartar la mirada de él aunque ese tono recuerda sentimientos, emociones que hacen recordar tiempos pasados pero que no se consiguen recordar , esa luz que a la vez significa felicidad y descanso. Recorres el camino que tan cálido te recibe pero aún te atormentan las voces del pasado y simplemente deseas que se vayan. Voces que intentan anclarte al pasado a todo aquello que te hizo daño y aun así no recibió su castigo, voces que suplican una oportunidad pero no se la merecen, reclaman algo que nunca dieron y muestran que para ellas no existe la empatía. Sabes que no hay vuelta atrás y que ya no quedan esperanzas, simplemente se han esfumado con el paso del tiempo, quizás todo podría haber sido mejor pero la vida es una gran lotería y no todas las personas reciben la buena vida que se han ganado en cambio muchas personas que no se merecen nada reciben todo lo que esas personas buenas se han ganado gracias a sus buenos actos. Tropiezas con algo, y sientes una sensación de alivio, imposible de describir, la sientes a tu alrededor dentro de ti y de alguna forma sabes que también la sienten todas las personas que decidieron quedarse en los buenos y malos momentos. Una entidad te acoge en sus brazos y te susurra al oído que todo ha acabado con una delicadeza sobrehumana , ya no hay más sufrimiento, ya no hay más dolor, tan solo se oye un gran silencio alrededor. De alguna forma sabes que has conseguido llegar hasta el final, y que has logrado algo que no todo el mundo consigue. Dejas fluir esa sensación que tanto tiempo llevas sin sentir, la sensación de haber hecho algo bien, esa sensación que tanto reconforta y que si se produce al contrario puede llevar a cualquier persona a la más absoluta tristeza. Se oye una voz alrededor del silencio que predomina en el lugar, un sonido acompañado por el viento que exclama una frase que es digna de ser recordada todos los días.

"Un final significa el comienzo de algo nuevo"

CUANDO VOLVAMOS A VERNOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora