VIII

54 8 0
                                    

Me encuentro con Stephanie frente al hotel donde se celebraría la fiesta de Navidad. Es uno de lugares de cinco estrellas donde una noche en la habitación más barata cuesta más que mi alquiler mensual. Hay una hermosa exhibición en el vestíbulo con un enorme árbol decorado con ornamentos azules y blancos, luces parpadeantes, y un listón que cae como cascada desde la parte superior. Hay adornos y guirnaldas esparcidos en cada superficie, renos hechos de vidrio y bastones de caramelo de cristal. Todo es como un paraíso invernal y capturan esos sentimientos que las navidades me dieron cuando era una niña.

—Guau, esto es increíble —digo.

—Tomémonos una foto frente a todo esto —sugiere Stephanie—. Nosotras también nos vemos increíbles.

—Sin fotos —dice. Sonreír se siente como una tarea en este momento—. Venga. Te hará sentir mejor. Eres la máxima zorra en ese vestido. No deberías reservar todo eso sólo para ti —dice, haciendo movimientos con la mano hacia mi cuerpo.

Me decidí ir con un minivestido plateado con la espalda descubierta y tacones de aguja negros, a pesar de que era un gran riesgo con las aceras resbaladizas. Hasta el momento todo estaba bien.

Heath acabando la noche con esa sexy mujer latina del bar la noche anterior había desinflado mi autoestima. Mi última oportunidad de redención era este vestido y estos tacones. Mis tetas y piernas son mis mejores atributos y este vestido los muestra perfectamente sin ser vulgar. Por lo menos sé que los cerebritos del departamento de informática en la fiesta los apreciarán.

—Está bien, una foto —digo.

Stephanie encuentra un botones para que nos tome una foto delante del árbol.

—Asegúrate de que le salgan las piernas en la foto —le dice.

Él asiente y recorre mi cuerpo con la mirada, sonriendo en aprobación

—Por supuesto.

—Ahora sonríe —me dice Stephanie—. Finge hasta que lo consigas.

Hago lo mejor que puedo. Cuando Stephanie toma de vuelta la cámara del botones y mira la foto, ella grita.

—¡Nos vemos calientes! Esta va a ser una gran fiesta este año. Puedo sentirlo.

Eso espero. Todos los diferentes departamentos de la empresa están aquí, por lo que no serán los mismos estirados que veo todos los día, pero aun así, es una empresa de logística informática cuyos técnicos pasan el 90% de sus vidas en su oficina haciendo pruebas y jugando a World of Warcraft.

¿Qué tan divertida puede ser?

—¿Qué estás haciendo con tu teléfono? —pregunto, mientras ella escribe algo en él.

—Etiquetándote en la foto y subiéndola a todas nuestras redes sociales.

Fantástico. Otra foto para el archivo Sin Os.

—Entremos ahí y consigamos una copa antes de que cambie de opinión —digo.

***

En realidad, la fiesta no estaba tan mal. A Hank le gustó su regalo y la comida es buena. El año pasado fue una comida desafortunada donde todos trajeron un plato. Había un montón de platos de huevos endiablados hasta el punto que toda la habitación olía como una letrina. Este año se encargó un servicio de banquetes, y hay champagne. Y como siempre, el ponche fue alcoholizado.

Estoy recibiendo mucha atención por este vestido. Varios hombres están a mí alrededor, diciéndome que las secretarias son la columna vertebral del negocio de TI (Tecnología Informática), y sin nosotras, el sistema fallaría. Todo el tiempo sus ojos nunca dejan de ver mis pechos y piernas. Me siento como un pollo rostizado exhibiéndose en el supermercado frente a una multitud hambrienta. Tal vez este vestido no fue una buena idea después de todo. No puedo tener una conversación normal con nadie.

Déjame (seré el primero y el ultimo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora