Era una noche fría en Konoha, algunos locales estaban cerrando y otros se abrían ya que tenían otros negocios, entre la poca multitud que caminaba por la aldea, una joven Kunoichi caminaba con una gran sonrisa en su rostro. Esa joven era Kurenai Yūhi, que por fin pudo conseguir ser una Jounin, no fue por falta de habilidades ya que eso le sobraba, la razón fue que le costó mucho superar algunas pérdidas, de personas que fueron muy importantes en su crecimiento. Sus dos maestras, sus familiares, prácticamente quedó solo, pero sabía perfectamente que ellos estarían decepcionados de ella, por lo que se puso de nuevo en marcha en su entrenamiento y logró superar su examen de Jounin, por lo que deseaba festejar con un trago de vino tinto. Pero en su caminata solitaria un ruido le llamó la atención, por lo que tuvo que parar, y buscar el objetivo tan peculiar de ese ruido. Dicho ruido provenía de un callejón, por lo que el primer pensamiento que le vino fue que se trataba de un animal callejero, pero los animales no sollozaban de esa forma, en la que estaba escuchando, por lo que lentamente se acercó y pudo divisar la figura de un niño que estaba buscando comida en el basurero, eso le causo un poco de curiosidad y se acercó más al niño para ver una peculiar melena rubia, que hizo dudar más ya que los Yamanakas eran los únicos con esa cabellera y dudaban mucho que ellos dejaran que un niño de su clan busque comida en la basura.
Niño estás bien – Fue la voz suave de Kurenai que sobresaltó al chico que al verla corrió del lugar, para sorpresa de la Jounin que lo siguió sin chistar ya que se dio cuenta que el chico en la mano izquierda tenía una herida que se estaba infectando y eso era malo, necesitaba tratamiento lo antes posible, pero para su sorpresa no fue tan fácil atrapar a un niño que parecía tener entre 6 a 5 años, el chico era rápido y muy habilidoso, sabía perfectamente cómo correr entre los callejones de la aldea como si nada, hasta que llegó a un lugar, muy extraño, estaban en un callejón en el fondo de un callejón estaba una casita de cartón, y ahí se escondía el pequeño. Que se notaba que estaba temblando de miedo – Te juro...que no te haré daño solo quiero ayudarte...
Por favor no me lastimes...no hice nada – El niño estaba temblando de miedo, era obvio que estaba temblando de miedo, y con la poca luz que le regalaba la luna, pudo ver el rostro del pequeño y la furia de Kurenai creció, se trataba del hijo de su maestra, el hijo de las personas que salvaron la aldea estaba ahí, como un perro en la calle, lleno de moretones y heridas que estaban un grado muy alto de infección – Por Favor...
Yo no soy como las otras personas...ven te ayúdate...te lo juro – Kurenai se acercó más al niño que aun con las palabras de Kurenai intentó retroceder por el temor que tenía, muchas personas vinieron a él con esas palabras y siempre terminaba de la misma manera, el golpeado hasta casi morir, por esa razón tenía miedo, desconfiaba de todo, por esa razón se mantenía en los callejones, para no ser visto por nadie – Lo siento...pero me lo agradecerás.
En un rápido movimiento Kurenai le colocó un dedo en la frente de Naruto provocándole sueño, era un jutsu médico que servía para las personas que sufrían insomnio o para secuestro, de cualquier forma era una técnica útil. Por lo que a dejar dormido a Naruto, lo colocó en su regazo con tremendo cuidado y se fue del lugar sin dejar rastro posible de su presencia, con una furia interna y muchas preguntas, como por ejemplo porque mierda el Sandaime no lo protegía, porque no estaba Kakashi que era el ex alumno del padre del chico cuidándolo, tan malagradecido era para no cuidarlo o estar pendiente de que nadie le pase, incluso aunque tenga misiones podía hacer un clon para cuidarlo o llevarlo hasta su propia casa. Pero ella no iba a decirle nada, podría recibir un castigo por hacer esto, ya que sabía la corrupción que había en la aldea, donde los civiles ahora tenían más poder que los shinobis algo imperdible, pero nada se podría hacer, por lo que tenía hacer lo posible para mantener al chico bajo su cuidado a escondida de los demás. Cuando llego a su casa, colocó a Naruto en su cama y comenzó a curar sus heridas, se notaban que el chico sufría de malnutrición, y no solamente eso descubrió un pequeño detalle, le habían puesto sellos de supresión de chakra, en un niño de 5 años. Lo que también bloqueaba el chakra curativo del Kyubi, por lo que al quitarlo, las heridas rápidamente comenzaron a sanar de una manera increíble que no hacía falta usar los artículos que trajo para limpiar las heridas.
Eso no fue lo único que Kurenai pudo notar, Naruto estaba en un estado Psicológico paupérrimo, ni siquiera su sangre o el ser un Jinchuriki lo iba a ayudar a salir de un Genjutsu, y eso era malo, siempre se supo que meter a algún miembro del clan Uzumaki en un Genjutsu era imposible por su gran cantidad de chakra, pero no era imposible, ciertamente había personas con una gran cantidad de chakra, pero cuando eran puestas bajo mucha presión emocional especialmente siendo esta el dolor, hacía de las personas vulnerables. Pero esa táctica solamente se usaba en personas que deseaban tener controladas para luego manipularlas. Por lo que no fue muy rápido entender que alguien deseaba a Naruto débil y no se tenía que ser muy tonto para saber de quién se trataba, Danzo Shimura, ese tipo era peligroso, cuando Kakashi consiguió el Sharingan él lo quiso reclutar, también a Itachi y Shisui que luego de aceptar el trato desapareció misteriosamente y días después fue encontrado muerto, algo muy raro desde su punto de vista pero no podía investigar.
No pudo proteger a esos dos...pero lo haré con el – Kurenai miro la foto donde estaba ella y las tres personas que la entrenaron cuando era Gennin y Chunin, si Kurenai fue entrenada por Mikoto Uchiha cuando fue Genin, la diosa del Genjutsu, la persona que sin necesidad se mirarte o hacer un movimiento, con solo su presencia ya te metía en un Genjutsu y te mataba, Hitomi Hyuga la persona que cambió los hábitos del clan Hyuga y fue despreciada por eso, pero aun así siguió adelante y Kushina Uzumaki, la persona que no aceptaba un no como respuesta, la persona que no dudaría en destruirte si te metías en su camino, ellas tres dejaron un legado, sus hijos, pero no pudo proteger a los hijos de sus dos primeras maestras, pero a este lo haría, era lo menos que podía hacer- Se lo prometo
Fin Del Capitulo
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Oscuridad
FanfictionCuando desde muy pequeño estuviste solo, es raro que alguien se acerque a ti con buenas intenciones y más cuando todos te tratan como un Monstruo. Aprendes a valorar y no te importa el resto del mundo, pero sin esas personas, donde quedaras, en la c...