Mi prima pequeña fumó mucha mandrágora

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Allí estaba yo, tirada en el sillón, despatarrada y con 8 kilos de comida encima, mirando la televisión. El típico comportamiento de alguien en verano, ¿no? Muy tranquilamente, fui cambiando los canales hasta que encontré el maratón de Harry Potter en TNT.

Estaba terminando Harry Potter y la piedra filosofal, cuando timbre salvaje suena. 

–¡ABUELAAAAAAAA! ¡EL TIMBREEEEE! –le grité a mi querida abuela de 81 años, que usa bastón, camina más lento que un viejo de la edad de Gandalf y Dumbledore juntos y escucha menos que alguien sordo, es decir, nada.

Obviamente, ella no me escuchó y siguió haciendo sus necesidades en el baño.

Ni pensaba moverme, de seguro era uno de esos vendedores ambulantes que te estafaban o alguien pidiendo. Que les den, pensé y seguí viendo la tele.

Pero el maldito timbre sonó de nuevo, no me moví, y otra vez sonó el timbre. Esta vez si me levanté para ver quien estaba jodiendo. Resulta que eran mis primos y su madre.

Les abrí la puerta pensando: ¿que nargle hacen aquí? Pero no pregunté nada y los dejé pasar. 

Mi prima pequeña, que se llama IGUAL que yo y tiene 4 años, se me abalanzó y me asfixió hasta la muerte. 

–¿Sabías que tengo una plasticina nuevaaa? –me dijo con su vocecita de pito.

–¿Ah, sí? ¿Y cómo es?

–¡Y azul! –dijo como si fuera obvio, fue a sentarse a mi sillón y empezó a meter mano a MI comida. Nadie se mete con mi comida. 

De repente apareció mi abuela y gritó, literalmente GRITÓ, porque estaban mis primos allí. Creo que casi le da un ataque... en fin.

Me puse a boludear con mis primos, de 12 y 11 años, mientras que mi primita seguía atacando a la plasticina con sus pequeñas garr... digo manos.

En ese momento empezó la segunda película de Harry Potter y mandé a callar a todos, pero, como siempre, mi primita no me hizo caso y siguió hablando sobre su plasticina.

Se me paró enfrente y me dijo:

–Miraaaa, es un pingüino.

Miré la plasticina amorfa y era un triángulo, ¡un nargle triángulo!

–Ah, que lindo. –le contesté sin ganas para que se moviera, pero se quedó ahí.

–Y se llama Pabloooo, como el de los Bayardigan .

–Ah, ¿el pingüino azul de los Backyardigans? –le dije, corrigiendo su pronunciación.

Ella me miró y asintió. Por fin se movió y me dejó ver la película en paz. 

Estaba por la parte en la que aparece Dobby por primera vez cuando prima salvaje se levanta y grita:

–¡MIRÁ! ¡PABLO ESTÁ EN LA PELÍCULA! 

–¿Eh? –pregunté yo, sin saber de que nargle hablaba.

–¡Ahí! –y señaló a Dobby. ¡A DOBBY! ¡SEÑALÓ A DOBBY! ¿Cómo va a decir que el hermosisimo Dobby es el socotroco abiótico de Pablo? Díganme por favor que no entiendo.

–¿¡CÓMO NARGLE DOBBY VA A SER EL SOCOTROCO ESE DE PABLO!? ¿Estás bien de la cabeza vos, mi amor? ¿Te golpeaste muy fuerte la cabeza hoy? ¿Alguien te lanzó un Confundus? Porque esa es la única explicación a semejante atrocidad.

Está bien, obviamente no le dije eso, tiene 4 años. Así que en vez de gritarle como una subnormal, empecé a reírme.

Y como no, la niña se pone a llorar. Pero a llorar mal, como si le hubieran hecho un encantamiento aguamenti en los ojos.

Desde ese día ella no me ve como antes, y yo tampoco. Resultó que mi prima pequeña es una mundana y los mundanos son demasiado muggles para mi body.

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¡Holaso gente no-mundana! Ya saben, si son muggles, ¡AFUERA! 

Bueno, esta anécdota está escrita por mi persona @Ann_Benzo. Y hasta el día de hoy no puedo creer que mi prima haya dicho que Dobby era su pingüino amorfo. Era un triángulo azul, ¡un nargle triángulo! 

Les juró que maldecí (y reí) toda la noche por eso. En algunos momentos me reía, porque es pequeña y eso. Pero luego me daba cuenta de que mi prima no sabía quién era Dobby y que pensó que era un Backyardigan. Osea, ¿que pedo? 

Debe haber fumado mucha mandrágora esa mañana y empezó a delirar. Pero les juro, fue tan... patético oirla decir eso que casi muero de risa. 

Mil gracias a @bynanaxoxo por la hermosa portada que hizo, en serio, se aprecia mucho :D

Recuerden, no dejen que su propia familia sea mundana, dile no al mundanismo. 

Anaa :D

Lo dijo un muggle ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora