80 Días

Día dos.

Día 2

Bueno, después de tener una agradable conversación con sujeto uno. Este me informó de que no se habían podido comunicar con mi querido padre, pero sí con Álvaro. Él está dispuesto a dar el dinero que ellos quieren con tal de que me suelten. Sujeto uno negó rotundamente “negociar” con él, ya que su problema es con mi padre y no con él. Dice que para estimular a mi padre a colaborar comenzará a enviarle…pedazos…de mí. Tengo mucho miedo de esta gente. Son unos locos desquiciados. Y lo peor es que se ven de mi edad. ¿Tan enferma puede estar una persona mentalmente? Quiero que esto acabe rápido.

Cuando despierto a la mañana siguiente tengo a sujeto dos frente a mí. Me mira fijamente y luego niega con la cabeza, camina de un lado a otro. Se agarra del pelo y maldice sin parar. ¿y a este que le pasa? Para de golpe de caminar y se acerca a mí. Desata los nudos de mis manos y piernas. Me las acaricia lentamente y yo me encojo.

-no me temas, no te haré daño.-se inca delante de mí.

-¿por-por qué…?-no puedo ni hablar.

-El jefe es rencoroso y no tiene piedad…con Marcus hemos tratado de que te de mejores condiciones, que tú no tienes la culpa, pero no logramos hacerlo entrar en razón.-se para y comienza a caminar de un lado a otro de nuevo. Te he escuchado llorar, y me recuerdas a mi hermana-una risa amargada sale de su boca-a ella no la pude proteger en el pasado, pero contigo lo haré. Sé que demostramos ser personas malas. No lo somos, al menos Marcus y yo. El jefe es otra cosa, así que si quieres mantenerte viva has todo lo que te ordene y no rechistes. No lo provoques ni amenaces.

-¿Cómo te llamas?

-Soy Belckam. Tras esa puerta está tu baño, y nos Marcus nos turnaremos para traerte la comida.-se rasca la cabeza.-creo que será mejor que el jefe te vea amarrada en la silla, así ninguno de nosotros tenemos problemas. Te soltaremos cuando él no esté y te amarraremos cuando él nos informe que viene en camino. Siempre lo hace.- yo solo asiento, Belckam se va por la puerta, pero antes de que cierre la puerta le doy las gracias.

-Gracias por…hacer esto.

-No es nada. La comida te la he dejado sobre la mesa.-y tras eso cierra la puerta.

Muevo mis articulaciones, ¡Dios, como duelen! Me paro y me estiro un poco. Voy hacia la puerta donde me dijeron que estaba el baño y me encuentro con el olor más putrefacto que pueda existir en la vida. Todo está sucio, el WC está lleno de mierda… ¡Que asco! Las ganas de hacer pis se me van rápidamente. ¡No hay siquiera papel higiénico! Decido aguantarme las ganas. Me dará una infección por aguantarme tanto. Cierro despacio la puerta y creo que la opción más sensata sería comer un poco. Veo lo que Belckam dejó en la mesa y es una sopa de pollo. La pruebo y está verdaderamente deliciosa. Cuando termino de darle el último sorbo entran Marcus y Belckam muy agitados.

-Ya viene. Tenemos que amarrarte-Dice Marcus. Yo asiento con la cabeza y me siento en la incómoda silla y suspiro. Amarran nuevamente mis manos y pies. Marcus sale de la habitación y Belckam se me acerca.

-¿Pudiste hacer tus necesidades?

-La verdad es que no. El baño es asqueroso.-hago una mueca y él ríe-no es gracioso.-le miro feo.

-Pues mañana te traeré cosas para que lo limpies y lo puedas usar. Por lo que veo te quedarás bastante tiempo aquí.

-¿Bastante tiempo, eh?

-sí…tu padre no da señales de vida. Y eso al jefe lo cabrea. Ahora viene y por lo que dijo Marcus se le escuchaba molesto. Así que sé una buena chica y pórtate bien.-sale de la habitación y divago con mis pensamientos. ¿Qué le habrá pasado a mi padre? ¿Estará vivo? Debe de estarlo, sino, estos hombres no me hubiesen secuestrado para tratar de negociar con él. Al rato después se escucha el ajetreo fuera de la habitación. Se escuchan cosas romperse y un grito de total cabreo se escucha por todos lados. Luego se abre la puerta con un gran estruendo, llego a saltar de la silla del susto.