2. Abordo Del Campania

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— Si que tienen bastante energía — Dijo sonriendo cuando estaba cerca de ellos.

— Oh Condesa Lowell, que grata sorpresa no sabia que le gustaran los cruceros —

— Muy buenas tardes familia Middleford, Conde Phantomhive, de echo no me gusta mucho el mar, pero ya sabe que el trabajo no excluye ningún terreno —

— ¿Así que viene por trabajo señorita Lowell? —

— Así es Sr. Middleford, pero no les quito más el tiempo veo que están muy entusiasmados, solo vine a saludar —

— Pues mis saludos para usted también Condesa — Dijo observándola detenidamente.

— Muchas gracias Conde, nos veremos —

Katherine se despidió y camino adentrándose a los camarotes en todo el camino pudo sentir la mirada del perro guardián de la Reina.

Llegó a su camarote, se sentó en la cama y arrojó con fuerza al suelo el sombrero que llevaba.

— ¿Sucede algo my lady? — Preguntó un sonriente Ethan levantando el sombrero y colocándolo encíma del tocador.

— Creí que esto sería más sencillo, pero al parecer tendré que estar más tiempo de lo planeado en este estúpido barco, ¿Qué demonios está haciendo un shinigami aquí? — Dijo frunciendo el ceño molesta —. Sin mencionar al inútil del perro guardián, si la Reyna ya le había dado esta misión a él ¿por que me mando a mi para que viniera a investigar? —

— Tal vez su majestad sabe que usted haría un mejor trabajo, por lo que veo las cosas se pondrán divertidas por aquí —

— Quita esa estúpida sonrisa demonio, y averigua donde se van a reunir los de la Aurora, terminemos esto antes de que esos dos se entrometan, es una orden —

— Yes my lady — Respondió el mayordomo haciendo una reverencia.

La puerta se abrió y un joven muy apuesto de unos 17 años con ojos verdes, piel muy clara y cabello rubio entró a la habitación.

— Oh mi hermosa señorita, la estuve buscando por todo el barco quería que viéramos juntos las olas del mar mientras nos abrazamos bajo el viento salado — Dijo con ojos en forma de estrellas abrazando a la Condesa y frotando su mejilla con la de la contraria.

— Quítate de encima Christopher — Lo alejo de un empujón — Y dime que fue lo que encontraste —

— Me encanta cuando eres tan ruda conmigo, my lady — Sus ojos ahora tenían forma de corazones y un aura rosada lo rodeaba mientras bailaba felizmente.

— Christopher la señorita te ha echo una pregunta — Le recordó Ethan sacándolo de su ensoñación.

— Tsk y tu que te metes, esto es entre mi hermosa muñequita y yo, así que largo —

Christopher lo miro amenazante y sus ojos habían cambiado de su color verde natural a un rojo intenso, al mismo tiempo el aura rosa se volvió negra y amenazante.

— Deja tus tonterías de lado y dime ¿qué fue lo que encontraste? y tú Ethan ve a lo que te mande, es frustrante estar en este maldito barco que se balancea a cada segundo y ahora el tener a esos dos dolores de cabeza en el mismo lugar, como para que también tenga que soportar sus estupideces — Se llevó una mano a la cien, tendría que tomar algo para ese dolor que cada segundo se intencificaba.

— Bien, entonces me retiro — Hizo una reverencia y salió por la puerta.

— Lo siento mi hermosa muñequita, pero no pude descubrir casi nada, una de las mucamas del lugar me dijo que escucho que en tres días se reunirán varios aristócratas y que la contraseña es una copa vacía, pero no sabía nada más, ni el por qué se reunirán — Explico sentandose frente a ella.

The waves of the heartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora