Estoy Enamorado De Ti.

2

He estado pensando pasar las vacaciones con mi familia en Ecuador. Me hacen falta demasiado. Quiero volver a mi tierra.

También he estado pensando en cómo decirle a mi mamá que tengo diferentes gustos.

Me gustaría poder decirles también a mis amigos, pero...¿y si me dejan de hablar?
La verdad no creo que lo hagan, son muy buenos chicos; siempre han sido muy comprensivos. Pero tengo temor a que me alejen de ellos, más bien, que ellos se alejen de mi.

Ayer no pude dormir en solo pensar en cómo le diría a mis amigos mi "problema". En realidad no se si decirles o mejor que todo se quede así.

-¿Chris?, Hola. - Vanessa vino hacia mi.

-Hola.- la salude. Vanessa fue mi mejor amiga en la secundaria, pero poco a poco nos fuimos alejando. También entró a esta Universidad. ¿Qué raro no? casi todos estamos aca, ah mentira.

-¿Cómo has estado?, ¿alguna chica?... mhmmm no se. Cuéntame de ti, amigo.

¿Chica? ¿porqué todos tienen que preguntarme sobre "¿tienes alguna chica?...¿como vas con la chica?..." Estoy harto. No todo en este mundo tiene que tratar sobre chicas, también hay otras cosas sobre que preguntar; cosas mucho más importantes.

-No, ninguna chica. Pues en este año termino la Universidad, que supongo igual tú. Digo, estudiamos lo mismo.

-Si, es en este año. Al fin.- elevó sus manos hacia el cielo.

-¿Y piensas seguir estudiando?- pregunté.

-No, o sea si, pero quiero tomar un descanso. ¿Y tú?

-Si, quiero estudiar música. Pero no lo sé al cien por ciento.

-Te iría muy bien. Eres buen cantante, y  compositor.

-¿Crees?, bueno gracias. A ver qué pasa en un futuro.

-Bueno, te dejo. Me gustó mucho volver a verte. - se despidió de mi.

Iba subiendo las escaleras para dirigirme a mi salón pero me encontré con Erick.

-¡Erick!- volteó y me sonrió. Vino hacia mi.

-Hola. ¿A dónde tan tarde?

-Uy lo sé, pero es que ayer dormí tarde haciendo un trabajo, y pues hoy casi ni me levantaba.

-Oye, igual yo. Faltemos esta clase, igual dudo que nos dejen pasar.

Lo pensé. Erick tenía razón, el profesor Ruíz es súper estricto y no me dejaría interrumpir su clase. Una falta al año no hace daño, ¿no?

-Okay. ¿A dónde iremos?- dije mientras bajábamos las escaleras.

-¿Ya desayunaste?

-No, me fue imposible ya que no tuve tiempo. Pero, ¿eso qué?

-Menso, vamos a desayunar.

Asentí. Nos subimos al carro de Erick y arrancó. Mientras íbamos por el camino él me iba platicando de que ya quería terminar la Universidad, que casi ni dormía por estar haciendo trabajos. Y yo igual; es súper pesado.

-Ya llegamos, muero de hambre.- dijo. Bajamos del auto y nos metimos al local. Yo pedí una malteada de vainilla y un pan de chocolate, yumi.

Quiero decirle. Ya no aguanto.

-Erick... quiero confesarte algo, amigo.
Erick dejó de comer ,me miró y dijo: Dime,¿qué pasó?

No sé como decirle, pero es muy amigo mío y se que el me entenderá.

-Espero que porfavor me entiendas. Esto no es fácil para mi, y menos ahora...

-Espera...¿dejaste embarazada a una chica?... ¡CHRISTOPHER!, ¡TU CARRERA!..-Erick me interrumpió. Pero ahora yo lo hice.

-¿¡Qué!? ¡Nooo!, nada de eso. Cállate y escuchame.

Y me puso atención de nuevo.

-Pues... es q-que cre-eo que soy diferente.

-¿Qué? Ay Chris. ¿Y eso qué?, todo el mundo es diferente. Nadie es igual, dah.

-Agh, creo que no me entiendes, ¿verdad?- negó- Digo diferente, a ustedes. ¿Ya?

-No. No te entiendo, explicaté. Dime las cosas tal y como son.

-Erick, s-soy homosexual.

Erick se quedó callado. Oh oh, creo que la cagué.

-Erick. Di algo porfavor. No me dejes así.

-Chris... yo no sé qué decir. Es decir, no pasa nada, son tus gustos. Pero, ¿qué pasa? no hay nada de malo, amigo.

-El caso es que si hay algo malo, Erick. Me gusta... me gusta Zabdiel.- poco a poco mientras lo decía iba bajando despacio la voz, casi inaudible.

-¿Qué?, no entendí. Dilo más alto.

-Erick... me gusta Zabdiel.

Abrió la boca formando una gran "O", seguro que no se la esperaba.

-Lo sé , es muy loco. Pero sentía que debía contárselo a alguien, ¿y quién mejor que tú?

Erick seguía callado, solo me miraba. Seguía en shock.

-¿No vas a decir nada?, se que estas perplejo con lo que te dije... Pero, ¿qué piensas?

- Pue-es yo... Tú... No sé. ¿Zabdiel?- es lo único que logró decir.

Por un momento deseé poder meterme a la mente de Erick para saber que pensaba en realidad.

-Sí. Él.

-Dios... ¿pero no él sale con Amanda?

-Sí. Ese es otro gran problema, el tiene novia... bueno casi novia. El caso es que, yo no quiero que me guste Zabdiel; pero no puedo evitarlo. Es... horrible que te guste la persona equivocada, Erick. Nunca podré decirle lo que siento, y si se lo digo podría arruinar nuestra amistad para siempre, y yo precisamente no es lo que quiero ahora. Siempre que lo veo trato de evitar lo que siento, eso que dicen tanto las mujeres cuando ven a su pareja o alguien que les gusta 《las mariposas en el estómago》 es horrible, ¿cómo les gusta tanto eso?.

-Pues... No se que decirte. Sabes que me gusta darte consejos, pero ahora no se que decirte, tengo la mente en blanco.

-No hace falta que me digas algo, amigo. Sólo quiero pedirte una sola cosa.

-Claro, ¿dime?

-Por nada del mundo se lo digas a los chicos ; Joel, Richard, ¡ni mucho menos a Zabdiel!

-Lo prometo, pero Christopher... tarde o temprano todo se sabe.

-¡No!, si no dices nada no. Así que porfavor, guarda ese secreto.