La gota que derramo el vaso.

"El problema de una pelea"

Salí de mi habitación y sin hacer mucho ruido me acerqué al sillón para sentarme, aún que, no era necesario caminar en silencio, nadie parecía préstarme atención, mis hermanos peleaban entre sí junto con mis primas y primos.

¿Por qué mis padres desiedieron tener unas vacaciones de adultos con mis abuelos y mis tíos?, ¿por que ellos tenían que regresar?

"Era realmente feliz sin tener que ver sus rostros y más el de esos dos bastardos."
Me senté en el sillón. Mirando las discusiones y los golpes que todos se daban entre ellos mismos, ¿cuando nos convertimos en animales, en personas hipócritas?.

Sabía que sería en vano alzar la voz ante mis hermanos que peleaban o ante mi hermana que solo era un año mayor que yo que discutía con su novio y su propio primo. Para que si me insultarán como siempre.

Tome el tiempo de su pelea está vez fue mucho más de las peleas de siempre, veinte minutos de golpes y discusiones, para que al final todos se fueran a su habitación azotando la puerta tras de sí. ZACK se sentó en el sillón, al igual que Thom. Zack tenía las manos en su rostro tratando de calmar su enojo mientras que Thom miraba a la nada, con esa mirada tensa en su rostro. Los tres sabíamos lo que obtuvieron de esta pelea. Acababan de romper una amistad de diez años por una mujer y su hija. Y esa mujer era nadamás que mi hermana. No pude evitar una pequeña risa, me hizo recordar un pequeño momento de mi pasado.
-De que te ries tonta- decía Zack con un gesto de estrés, no se veía bien, yo no lo mire, pero le contesté.

-De que su amistad de diez años se termino en tan solo veinte minutos.......Las personas de hoy son muy bipolares-
-No estoy de humor para tus comentarios-
-Por que no te miras primero, tu no eres nadie para decir esto. Jamas tuviste una amistad que durará tanto- esas palabras de Thom se sorprendieron un poco, es la primera vez que hablábamos y su primer comentario hacia mi fue eso. Los mire, en mí, había una batalla entre mi cerebro y mi corazón, mi corazón decía que sonriera mi cerebro no, pero escuche a mi corazón y alse una pequeña sonrisa, está vez era algo sincera por qué sabía que el comentario que daría sería sincero -Todos ustedes sentirán un gran vacío cuando la persona que dicen odiar o no importarles se valla y no la vuelvan a ver- voltie la mirada hacia un lado y luego la regrese a ellos, está vez con la cabeza en alto.

-Realmente estaba feliz de no ver sus rostros hasta que regresaron, tan solo pasaron diez meses y los detesto a todos ustedes mas que antes- sin decir mas me levanté del sillón, por una parte no quería alguna opinión de ellos y por otra solo quería dejar las cosas claras, subí hasta mi cuarto pero antes de entrar toque la habitación de cada una de mis hermanos, toque a la puerta de Kira anunciandome, pero ella me grito insultandome diciendo que me fuera a molestar a alguien mas. Así que me fui de ahí y toque la puerta de mi hermana no había nadie en su habitación, ella estaba en el baño golpeando la pared sacando su enojo, hablé un poco con ella sabiendo que no me diría nada yo solo le dije que dejara de ser explosiva y celosa con los demás que eso la llevera a lo pero.