Tres

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—Vamos— Pidió con un puchero hacia el chico en el computador —Es la primera vez que va a celebrar su cumpleaños y no estoy en Australia, por favor— Agitó los hombros de SeungMin para que dejara de ignorarla.

—¿Para qué vas a visitar a tu abuela?— Siguió viendo el computador —Además, ya te dije que vayas.

—Pero no quiero ir sola, tienes que acompañarme— No podía dejarla sola, ella lo acompañó a sus conciertos de Day6, aunque bueno, tampoco se negaría a ir, la verdad.

—A ver, ¿dónde va a ser?

—En la casa de Lisa.

—¿Va a estar HyunJin?

—¿Quieres que esté?— Lo miró levantando ambas cejas.

—Me voy— Se levantó un SeungMin indignado.

—¿A cambiarte para ir a la fiesta?— Preguntó con una gran sonrisa llena de esperanza.

Suspiró —Ah, bien. Vamos.

—¡Yes!— Se levantó y lo abrazó, siendo apartada cruelmente —Mira hijo de tu hermosa madre, a mí no me vas a negar un abrazo— Le habló volviéndolo a abrazar.

—Me dan miedo tus cambios de humor— Dijo riendo y se fue a cambiar a otro cuarto.

[...]

—¿Sí va a venir?— Ya era como la décima vez que le preguntaba lo mismo.

—Que sí— Le contestó arreglando la mesa.

—¿Segura?— Puso la coca en el refrigerador.

—Llevas preguntando eso desde que me llamó Rosé para confirmar que SÍ VA A VENIR— Lo vio quedándose en su lugar, se había asustado por la reacción de su amiga e hizo un puchero.

—¿Me gritaste?— Lisa no recordaba hace cuanto su amigo no se ponía como un niño chiquito, ya hasta lo podía ver llorando por haberle gritado.

—Ya perdón— suspiró —No te vuelvo a gritar— El otro sonrió y siguió guardando los demás refrescos.

—Aún sigo con mis dudas— Se acercó nuevamente a su amiga.

—Mira, de todas formas sabemos que en cuanto se te acerque saldrás por esa puerta corriendo— Señaló la puerta por donde justo venían entrando Rosé y SeungMin.

—Pues no, te equivocas— Dijo muy decidido.

—¿Por qué?— Preguntó retadora, esperaba que su amigo fuera hacia esos dos y pudieran tener una plática normal. Pues desde hace una semana que se conocen y pasó lo mismo siempre que se veían: se encontraban, apenas tenían el más mínimo contacto cualquiera de los dos se iba corriendo, en ocasiones, ambos.

—Porque saldré por esa otra— Señaló la puerta trasera y se fue corriendo.

—Ahh, intento cuatro fallido— Suspiró y se acercó a los otros dos.

—¿Qué le pasó? Corrió muy rápido— Rosé tomaba la mano de SeungMin para acercarlo al sillón y que ahí se quedara, así sería menos probable que se fuera.

—Quería ir al baño, dijo que ya no aguantaba, ya sabes, muy raro el chico— Lisa dio su falsa risa y miró a SeungMin, y así Rosé comprendió.

EmbarazosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora