¹my stupid doll ⤷ chucky.

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── Y qué si lo matas ──

Te tomó por sorpresa saber que en tu apartado de notificaciones en el celular, habían indicadores de que alguien te había llamado, obviamente, mientras dormías no pudiste haber contestado. Mucho menos siendo que te llamaban a las 5 de la mañana, cualquiera que te conociera bien sabría que ni de broma estarías despierta a esa hora. Quien sea que te haya intentado contactar, no tenía idea de que no le responderías siendo tan temprano. 

Y no solo estaban esas notificaciones de llamada perdida, también había una indicando que un número desconocido te había escrito. Presionaste rápidamente para ver el mensaje completo. "Ten cuidado. No quisieras meterte en problemas, ¿o si?"

Fue extraño. Lo más lógico era que, quien sea que fuera la persona que te envió ese mensaje, se había equivocado de número. Aún así, ¿quién pudo haber sido tan estúpido como para entregar un número equivocado? 

Por raro que fuese, esas dos llamadas y el mensaje provenientes del mismo número te hacían sentir un mal sabor en la boca. Tal vez ese mensaje no era dirigido a ti, pero ¿y a quién si? Había un claro tono amenazante, la persona que envió ese mensaje sin duda alguna estaba advirtiéndole a alguien, de algo. 

Si bien eso había sido inusual, no era tan inusual como aquellas miradas que te había dirigido Ana durante el desayuno y la comida. Ustedes no solían hablar mucho mientras comían, así que era normal que hubiera silencio, pero esta vez, ese silencio era sofocante. Tan solo podías sentir la mirada de Ana en ti. Cada vez que volteabas a verla, ella desviaba la mirada, con rastro de preocupación en ella. 

Eso no se parecía a nada que Ana hubiera hecho antes, así que después de lavar tus respectivos utensilios, fuiste a buscarla. 

Como pensaste estaba en su habitación, sentada en el piso jugando como de costumbre. Inspeccionando tu entorno te diste cuenta de que Chucky no estaba cerca, quizás estaría en tu habitación y eso no te gustaría. Peor aún, ¿y si fuera con tu madre? 

—¿Si, T/N? —preguntó Ana, sacándote de tu pequeño trance.

Parpadeaste un par de veces, dándote cuenta de que tan solo habías entrado a su habitación sin decir nada al respecto, mirando hacia ningún punto en particular.

—Uh...

Te quedaste en blanco. ¿Por dónde debías empezar? Ni siquiera pensaste en exactamente qué le dirías, solo querías resolver esa duda de por qué te miraba con tal curiosidad y preocupación durante el desayuno. 

—¿Hay... algo que quisieras contarme? —preguntaste mientras te sentabas de rodillas a su lado, dándole una pequeña sonrisa.

—No, creo que no —ella te sonrió dulcemente y siguió jugando con sus muñecos.

Bien, eso no era lo que realmente querías escuchar. Quizás ser más específica ayudaría.

Te aclaraste la garganta, volviendo a llamar su atención.

—Noté que me mirabas de forma extraña, mientras comíamos... —hiciste una pequeña pausa, tratando de que se diera cuenta de a qué te referías—. Y por eso te preguntaba si hay algo. 

—Ohh... —ahora parecía entender totalmente, sin embargo, se quedó callada durante un largo tiempo antes de hablar—. No era nada. Perdón si te molestó. 

A este punto ella ni siquiera se molestó con voltear a verte, parecía estar queriendo evitar que su mirada se encontrara con la tuya, como si escondiera algo. 

Todo esto estaba mal. Primero el número extraño llamándote, y luego esto. Ana no suele comportarse así, o tal vez, haber visto a ese muñeco hablándote en tu habitación fue suficiente para volverte loca.