¹my stupid doll ⤷ chucky.

« 05 »

── Divertida y tonta primera victima ──

Despertaste antes de que cualquiera de tus alarmas sonara, había bastante luz entrando por la ventana así que te fue más fácil, nada fuera de lo normal, solo esperabas que todo saliera bien. Al levantarte de la cama directamente agarraste tu celular y viste la hora, en realidad, por la hora que era, al menos una alarma tuvo que haber sonado, pero no escuchaste nada.

Sin más rodeos saliste de tu habitación y bajaste a la primer planta. Tu madre iba y venia de un lado a otro, quizás estaba preparando el desayuno. Ningún indicio de que Ana hubiese despertado aún. 

Pasaste de tu madre y en el salón principal tomaste asiento en el sofá individual, tomaste el control de la televisión de la mesita enfrente de ti y la prendiste. Ibas subiendo de canal, buscando algo entretenido que ver, tal vez una caricatura, pero algo te detuvo al ver una cara familiar.  

Era un canal de noticias, bastante extraño. Visualizaste el nombre 'Zack Miller' en la primicia. Sentiste como tu corazón empezaba a latir con fuerza. 

"Joven es asesinado en su propia casa".

Cerraste los ojos al instante, tu respiración se aceleró y sin razón alguna empezaste a sentir nauseas. Esperabas que cierto muñeco no estuviera involucrado, aún cuando anoche bromeaba con acabar con su vida. ¿Quién más si no él?

—¿Ese no era tu novio? —escuchaste una suave voz detrás del sofá en el que estabas. Volteaste y miraste a Ana, en sus brazos sostenía a Chucky. Te sentiste mal, con rabia, molestia

Sin responder la pregunta de tu hermana apagaste el televisor. No querías que ella viera, y sinceramente, tú tampoco querías. Te levantaste del sofá y fuiste directo a tu habitación. Querías gritar, llorar, tal vez reír, no sabías como sentiste con lo estúpido de la situación. No había una duda, había sido ese estúpido muñeco y no sabías si agradecerle o arrancarle la cabeza. 

Tenías que tranquilizarte, así que empezaste a respirar con calma, mentalizándote que quizás, solo quizás fue una coincidencia. No tenías porque estar culpando al muñeco de tu hermana, cuando CLARAMENTE no pudo haber sido alguien más.

—¡Mierda! —sentiste un nudo en la garganta. Todo eso había sido por tu culpa.

—Mierda sin duda —el repentino tono de voz te hizo voltear a verlo. 

Él sonreía, como si no hubiera ocurrido nada, orgulloso de lo que logró. Muy a diferencia de ti, que sentías tanta rabia, molestia, tristeza, angustia. Pero realmente no querías culparlo. Zack siempre fue un hijo de puta, ganándose enemigos a cualquier lugar al que iba, así que tarde o temprano pasaría. 

—Es una pena, al parecer el maldito cerdo se moría por verte. Literalmente —su risa se escuchaba por toda la habitación, sin duda alguna lo disfrutaba. 

—¿Qué fue lo que hiciste? —las palabras salían con dificultad de tu boca.

—Le mandé un mensaje desde tu teléfono para que se encontraran en su casa. Por supuesto, me encargué de que sonaras cachonda —ese imbécil, te repugnaba pensar en que así fue como lo atrajo a él—. ¿Por qué tan deprimida? Pensé que ambos lo odiábamos. 

—¿P-por qué lo hiciste? —de nuevo sentías ese nudo en tu boca, tenias que controlarte o empezarías a llorar—. Eso está mal y ahora, c-cuando la policía investigue seguro verán los mensajes y se darán cuen...

—Carajo, cállate idiota —sentiste tu cuerpo tensarse cuando te interrumpió. Esa había sido la primera vez que lo escuchaste realmente serio, y más que eso, parecía enojado—. Me encargué de eso, no soy estúpido.