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3 años
14 semanas
0 días

El jardín delantero de Minseok está lleno de coches. Meto mi Beatle en un espacio de estacionamiento entre un árbol y un BMW, y me apresuro a la casa cálidamente iluminada.

—¡He venido trayendo regalos! —grito sobre la ya zumbante música. Debe haber cien personas aquí, si no más. Una pequeña reunión, dijo Minseok. Pft. Podría poner en marcha un pequeño avión jet con el calor corporal amontonado en esta habitación. Tiro los vasos en la cocina, donde botellas de Jack y Bacardí llenan los mostradores. Guardo mi glaseado celosamente, mordisqueándolo mientras serpenteo a través de la fiesta buscando a Minseok. El grupo usual retorciéndose está congregado alrededor de los altavoces, y gente liándose igual de retorcidos están en todas las sillas y sofás. Alguien lanza un rollo de serpentina morada, alguien tiene puesta una máscara de plástico con forma de cabeza de caballo que me asusta, y alguien está limpiando vómito de la estantería con un mando de la televisión. No reconozco la mitad de la gente que hay aquí, algunos deben de ser de las Escuela Secundaria de Midvale. Minseok está en el jardín, una hermosa reunión de espalderas de hiedra y una fuente que burbujea suavemente. Él está impresionante; su camisa tubo azul y pantalón blanco, hacen que parezca un dios. Está hablando con algunos de la multitud de Baekhyun, pero cuando me ve trota hacia mí sonriendo.

—¡Hey! ¡Has venido!
—Sí, los vasos están en la cocina.
—Genial. Muchas gracias. Te ves realmente bien.
—Tú también. Voy a estar en máxima alerta esta noche, para luchar contra esos babosos con un bate de béisbol si tengo que hacerlo.
—Oh, relájate. —Se ríe—. ¡Vete a conseguir algo de beber!.

Cuando vuelvo con un ron-cola, Minseok se ha ido. Miro alrededor buscándolo y lo encuentro bailando con algún chico. No está empujándose contra él, así que por mí está bien. Por ahora. Cuando me mira, señalo con dos dedos a mis ojos y luego a él en una advertencia de te estoy vigilando, y debe de haberlo entendido porque sonríe nerviosamente y asiente. Buen chico.

—¿Amenazando a la populación masculina como de costumbre? —dice una voz familiar. Me doy la vuelta para ver a Chen, con una camisa de polo y vaqueros casuales. Está sujetando una bebida, sonriendo de esa manera soleada y mirándome de esa manera espeluznante y temeraria.

—Sip. ¿Qué hay de ti? ¿Por qué estás aquí? Oh, eso es, eres el presidente súper genial. No chismoseas de borrachos.
—Bueno, si no chismoseara no sería amigo de tanta gente, ¿no?.
—Ah, ya veo. Estás hambriento por ese juego de popularidad. Se ríe y niega con la cabeza.
—No es tanto la popularidad como lo es... ¿cuál es la palabra? ¿Amabilidad? Simplemente me gusta gustar.
—Huh. ¿Eso está arraigado en una profunda necesidad de aprobación impulsada por tu madre alcohólica y tu padre adicto al trabajo? Eso explicaría por qué te presentas tanto como voluntario, intentando hacer el bien porque nadie hacía el bien por ti.

Se ve como si le hubiera abofeteado. Agito mi mano y me río.

—Solo estaba bromeando. Saco conclusiones extrañas cuando me emborracho.
—¿Cómo has...? —Se detiene—. Supongo que debería dejar de preguntar eso a estas alturas. Él y tú nunca dejan de asombrarme.

Él. Se refiere a Yixing. Señalo su vaso para sacarlo del tema.

—¿Qué estás bebiendo?
—Zumo de uvas. Me río.
—¿En serio?
—En serio. Soy el conductor designado para algunas personas esta noche.
—Ahhh, presidente. —Palmeo su espalda y él tira zumo al suelo—. Siempre tan correcto. ¡Tienes que aprender a vivir un poco!
—¡Lo hago! ¡Vivo constantemente!
—Sí, pero todo es vivir por los demás y esas mierdas. Sin tiempo para ti. Vas a empezar a resentir a todo el mundo muy pronto si sigues haciendo cosas por ellos y no por ti.

Lovely Vicious - LayHo (ADAPTACIÓN) (1/3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora